El jardín consta de muchas variedades de flores y también de la única cascada de Shanghái.
Las instalaciones también incluyen un jardín infantil de unos 8.000 metros cuadrados donde los niños de todas las edades pueden jugar y explorar el mundo natural.
Es una buena manera de educar a los más pequeños sobre la importancia de la conservación de la riqueza natural.
El jardín abrió sus puertas hace unos seis meses antes de que el espectacular invernadero estuviera terminado.
El gobierno municipal de Shanghái ha invertido más de 2.100 millones de yuanes en el proyecto, que fue creado conjuntamente por diseñadores chinos y alemanes.
Con estos jardines la superficie verde de Shanghái crece hasta un 12 por ciento del total y según las autoridades se espera que llegue al 15 por ciento en cinco años.