Durante las últimas dos décadas China ha aplicado diversas medidas para proteger las famosas Grutas de Mogao, lugar sagrado del arte budista, declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1987.
Las Grutas de Mogao, conocidas también como Cavernas de los Mil Budas, se ubican en la vertiente este de la montaña Mingsha, a 25 kilómetros al sureste de la ciudad de Dunhuang, en la provincia noroccidental china de Gansu.
El lugar goza de fama mundial por sus cuevas misteriosas, construcciones extraordinarias y las esculturas y frescos que en ellas se encuentras.
Desde los años 80, las autoridades locales de Dunhuang (noreste de China), donde se sitúan las grutas, han trabajado para proteger el medio ambiente de la zona protegiendo las fuentes de agua y los bosques existentes e incentivando la reforestación.
De esta manera se ha intentado aplacar la desertización de la región y reducir la erosión que sufren las cuevas a consecuencia del viento y las filtraciones de agua.
Además, en 1998 se puso en marcha un registro fotográfico digital para que hubiera constancia de cualquier modificación que sufrieran las reliquias de las cuevas.
Desde su apertura al público en 1979, las grutas han recibido a casi cuatro millones de turistas, por lo que las autoridades locales decidieron también tomar medidas para evitar daños provocados por la afluencia masiva de visitantes.
Las Grutas de Mogao constituyen un punto estratégico en la Ruta de la Seda, un paso comercial entre Oriente y Occidente y un centro de intercambio religioso, cultural y de conocimientos.
Las esculturas y frescos de las 492 grutas y templos-cavernas ( se han excavado 735 grutas hasta la fecha) son un excepcional ejemplo del milenario arte budista.
Con una extensión de norte a sur de 1,680 metros, las grutas, que están ubicadas en un precipicio de entre 15 y 20 metros de altura y se agrupan en niveles, se dividen en dos zonas claras, la norte y la sur.
La zona sur, con 487 grutas, estaba destinada al culto y hoy día constituye el conjunto principal de Mogao.
En ellas se emplazan más de 2,400 esculturas policromadas y frescos de diversos tamaños que ocupan una superficie de 45,000 metros cuadrados.
La primera gruta de Duhuang fue construida en el año 366 por el monje Lezun para realizar ofrendas a Buda.
Su obra fue continuada por bonzos de generaciones posteriores, quienes construyeron las grutas, especialmente, durante las dinastías del Norte (386-581), Sui (581-618), Tang (618-907) y Yuan (1206-1367).
El arte de las Grutas de Dunhuang combina amplios conocimientos de arquitectura, escultura y pintura.
Mezclando las tradiciones artísticas chinas con técnicas y modos de expresión foránea, los maestros de la antigüedad crearon típicas obras budistas pero en las que se aprecian peculiaridades únicas.
En 1900 se descubrió en la Cueva de los Sutras una de las más famosas que componen Mogao, más de 50,000 documentos antiguos como sutras, contratos, libros de contabilidad, despachos oficiales, obras literarias o caligrafías tanto en chino como en otras lenguas.
El hallazgo de esta abundantísima fuente, que atrajo a eruditos de todo el mundo, resultó de gran valor para profundizar en el estudio de la política, economía, cultura, religión y relaciones entre las diversas etnias de la época, y motivó el desarrollo una rama científica propia, la "Dunhuanología".
(04/06/2006, Xinhua)