El ministerio de Deportes de Brasil divulgó este lunes una nota oficial en que propone la presencia de la Policía Militar en los estadios y condena los graves actos de violencia del domingo entre hinchas del Vasco da Gama y el Atlético Paranaense durante la última jornada del Campeonato Brasileño.

La cartera afirmó que "los responsables deben ser identificados y castigados, cumpliéndose el Estatuto del Hincha, que prevé penas de reclusión y de expulsión de los estadios a los seguidores que cometan actos de violencia".

La nota señala que serán iniciadas conversaciones "con el Consejo Nacional del Ministerio Público para un entendimiento común sobre la presencia de la Policía Militar en el interior de los estadios de fútbol".

En el enfrentamiento entre las "torcidas organizadas" de Vasco y Atlético Paranaense, ocurrido en las tribunas del estadio en la ciudad de Joinville, estado de Santa Catarina, varios seguidores resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados.

Las imágenes de televisión mostraron enfrentamientos físicos de extrema violencia, que llevaron a suspender el partido durante más de una hora.

En un primer momento no había agentes de seguridad para intervenir, y los policías que fueron enviados posteriormente tuvieron grandes dificultades para contener a los involucrados en la pelea.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) manifestó también en una nota su repudio a las agresiones.

El presidente de la entidad, José María Marin, aseguró que "va a concentrar todos sus esfuerzos, con la ayuda de todos los segmentos competentes, en la discusión de propuestas y proyectos que logren abolir definitivamente esos episodios de salvajismo de nuestros estadios".

Fuentes policiales informaron que varios hinchas presos tras el escándalo en Joinville responderán por los delitos de tentativa de homicidio, asociación ilícita, destrucción del patrimonio e incitación a la violencia.