El plantel de Nacional, uno de los grandes del fútbol uruguayo, entrenó este martes en un clima de tensión y bajo insultos y amenazas de aficionados tras perder el clásico con Peñarol (2-3).
"Veníamos del gimnasio rumbo al vestuario y un hincha me empezó a insultar. Me dijo que me iba a matar y que me iba a esperar afuera", comentó el delantero Richard Porta, principal blanco de las críticas.
El equipo que dirige el argentino Rodolfo Arruabarrena volvió a practicar luego de caer el domingo, cuando desperdició la chance de pasar a liderar el torneo Apertura y quedó tercero, a falta de tres fechas.
Porta admitió a la radio local Sport que jugó "mal y soy el primero en reconocerlo, pero bastante calentura tengo ya por eso y por haber perdido como para tener que bancarme que alguien me venga a insultar en la cara".
Según periodistas que cubrían el entrenamiento en Los Céspedes -el complejo tricolor en Montevideo-, el arquero Jorge Bava salió en defensa de Porta y lanzó un puñetazo contra un hincha, que no llegó a destino.
Antes, durante el movimiento futbolístico, un grupo de entre 5 y 6 aficionados sentados en las gradas había comenzado a pedir mayor entrega a los jugadores y le reclamaron a Porta: "tenés que meter huevo".
Arruabarrena se acercó al alambrado y espetó a uno de los hinchas "si querés alentar, alentá, pero respetá", al tiempo que desestimó las críticas afirmando: "No hablés boludeces".
El triunfo sirvió para que el campeón vigente de la liga, Peñarol, escalara del undécimo al octavo lugar. Fi