Sin embargo, las críticas al final parecieron dar resultado pues el conjunto blaugrana salió desde el inicio del juego a buscar la victoria en su estadio del Nou Camp en la capital catalana, y Messi, con un estupendo tiro al ángulo, abrió el marcador a los cinco minutos.

A los 38, nuevamente Messi marcó un tiro por abajo que entró pegado al poste derecho, que fue imposible de atajar para el portero del Milán, Christian Abbati, quien fue la figura de su equipo al salvar varios disparos con aroma de gol.

El segundo tiempo no fue diferente, con un Barcelona dominador del balón y del tiempo en el campo y con un Milán timorato tratando de defender un resultado que se les fue de las manos.