Ambos porteros están considerados como los mejores del mundo, según la prensa deportiva mundial.
Italia ya no es esa selección de férrea defensa, jugando atrás, pues tal como ha demostrado en este Europeo es un equipo muy equilibrado, ofensivo y con mucha capacidad de remate a puerta, mientras España se mantiene fiel a su estilo de toque, control y talento.
Los aficionados se frotan las manos con la esperanza de ver dos estilos diferentes y disfrutar de una buena final será vista por millones de teleespectadores de todo el mundo.
El fútbol se había convertido en este mes en una vacuna contra la desilusión y en medio de una grave crisis económica para ambos países y tanto italianos como españoles saben de la importancia que puede suponer un triunfo en esta final europea.
Muchos aficionados calman su ansiedad viendo ganar a su equipo y mañana es un buen día para verlo. Prácticamente toda España e Italia estarán pendientes del partido de la final del domingo, e incluso se ha registrado un 190 por ciento de incremento en la búsqueda de alojamiento por parte de miles de españoles que quieren estar el domingo en la final de Kiev y pese a que está todo vendido, aún hay españoles dispuestos a viajar a la final para respaldar a la selección española de fútbol y al menos unos 11.000 aficionados españoles ya están en la capital ucraniana.