Miles de argentinos se volcaron hoy a las calles de todo el país para celebrar la victoria del seleccionado nacional de fútbol sobre México por 3-1, que le dio al conjunto de Diego Maradona el boleto a los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica.
Al igual que en Alemania 2006, los sudamericanos eliminaron a México en los octavos de final, aunque con menos sufrimiento que aquella vez, cuando el partido fue al tiempo extra y apareció aquel espectacular gol de Maximiliano Rodríguez para el 2-1 definitivo.
Los aficionados argentinos se lanzaron a las calles en las grandes ciudades, en las localidadesy enlos pueblos del interior del país, enfundados en camisetas "albicelestes" y haciendo ondear las banderas. En la ciudad de Buenos Aires, el monumento del Obeliscofue, una vez más, el escenario predilecto de los festejos, como suele suceder cuando se presentan victorias deportivas.
Numerosos fanáticos saltaron y expresaron su alegría por este triunfo que pone al equipo entre los ocho mejores del Mundial.
Los bares estuvieron colmados y allí los abrazos se multiplicaron con los dos goles de Carlos Tevez y el restante de Gonzalo Higuaín, pero también cuando el árbitro italiano Roberto Rosetti marcó el final del partido.
En las calles sólo circularon algunos taxis, cuyos conductores hicieron sonar las bocinas al producirse cada uno de lo tres goles del conjunto de Maradona, que en cuartos de final enfrentará a Alemania.
De esta forma se repetirá también el duelo del Mundial pasado, cuando los anfitriones eliminaron a los sudamericanos en la tanda de penales, después de finalizar 1-1 en tiempo reglamentario. La pasión por el fútbol, el deporte más popular del país, volvió de esta manera a unir a los argentinos, que sueñan con lograr su tercera corona, la última en México 1986 con la consagración de Maradona como el mejor jugador del mundo. Fin