El volante brasileño Felipe Melo dijo hoy que trabaja para cambiar su estilo de juego, caracterizado por recurrir a faltas duras, con el fin de evitar recibir tarjetas amarillas y rojas durante el Mundial de Sudáfrica.

"Reconozco que a veces me paso de los límites, pero estoy trabajando para evitarlo y mantener la concentración en el Mundial. Sé que no puedo darme el lujo de ser expulsado y dejar a Brasil con un hombre menos", admitió el jugador del Juventus italiano en rueda de prensa.

"Estoy acá para ayudar, no para perjudicar al equipo", agregó el jugador, quien integró la lista de favoritos del técnico Carlos Verri "Dunga" desde su primera convocatoria en febrero de 2009.

Desde ese entonces, Melo a suma 18 partidos jugados con la camiseta "canarinha" con 17 victorias y un empate.

Pese a ser uno de los jugadores más criticados por la prensa brasileña, que prefiere ver a Ramires en su lugar, Melo aseguró que será el titular de la posición en el debut de Brasil ante la República Popular Democrática de Corea el próximo martes.

El volante defensivo admitió sus fallos, sin embargo defendió su estilo de juego al señalar que es mejor cometer una falta y ser sancionado con una tarjeta amarilla que recibir un gol.

"Existe un jugador así en todas las selecciones", dijo Melo al aclarar que en sus relaciones personales no tiene un temperamento agresivo.

"Soy un romántico a la manera antigua", agregó al confesar que suele enviar flores a su esposa y que también le gusta recibirlas.

Sobre la discusión entre Daniel Alves y Julio Baptista durante el entrenamiento del viernes viernes pasado, luego de una falta del primero sobre el segundo, Melo desmintió que exista cualquier problema entre los jugadores y calificó de "payasada" la información divulgada por sus compatriotas periodistas.

"Es una payasada decir que Julio Baptista se peleó con Dani Alves. En el fútbol es normal que haya una que otra jugada más brusca, pero nosotros vivimos en un ambiente de armonía muy grande", aseguró.

"Ustedes deberían apoyarnos porque, si somos campeones, ustedes también serán campeones", enfatizó el jugador brasileño.

Luego sorprendió al comunicar que el entrenamiento vespertino de este sábado será a puertas cerradas, lo cual fue interpretado por los periodistas como una represalia de Dunga por la divulgación en Brasil del supuesto roce entre Alves y Baptista. Fin