Como sucede cada cuatro años, los cubanos dejan a un lado por estos días la pasión por el béisbol para dedicar la misma exaltación al Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010.
Pasionales hasta la médula, los aficionados de la isla no se esconden para apoyar a las selecciones latinoamericanas, en especial a Brasil y Argentina, aunque muchos seguidores tiene también España.
Tampoco faltan los partidarios de Alemania, Inglaterra o Italia, pero en mucha menor cuantía, aunque con no menos ardor.
La fiebre futbolística se alimenta con la transmisión en vivo por la Televisión de los 64 partidos previstos, algo que tiene a los hombres sentados frente a la llamada pantalla chica y que ya ha provocado no pocos altercados familiares por la afición de las mujeres por las telenovelas.
Los partidos pueden ser seguidos en muchas cafeterías y restaurantes del país y, a partir de los octavos de finales, en el habanero Cine Yara, uno de los más grandes de la isla.
En el Parque Central de La Habana, en una de las peñas deportivas más conocidas y concurridas del país, varias decenas de personas se reúnen a diario para discutir con ardor y hacer pronósticos acerca de la final.
"Este es el Mundial de España", vocifera categórico Domingo Sánchez, quien confiesa entre risas que sabe más de béisbol y de boxeo que de fútbol, pero que le gusta como juegan los gallegos", un apelativo que en Cuba se usa para designar a todo lo español.
Con voz más pausada y más ecuánime, René Castro, un técnico en informática, pone como favorito a Brasil, aunque "considero que España es un equipo al que hay que derrotar".
Otro habanero, Juan Carlos Fernández, expresa su preferencia por la selección argentina dirigida por el mítico Diego Armando Maradona, un ex jugador que ha estado varias veces en la isla y que se precia de su amistad con el ex presidente Fidel Castro.
"Espero que Argentina pueda volver a ser campeona y que Leonel Messi enseñe todas sus facultades y sea el máximo goleador del torneo", dice Fernández quien también desea el éxito de Maradona, "porque Diego ha dado mucho al fútbol".
En el análisis de las individualidades, el portugués Cristiano Ronaldo o el brasileño Kaká copan el apoyo de los cubanos, quienes siguen soñando con ver algún día a su selección en el Mundial, torneo al que asistieron por única vez en 1938, en la edición organizada por Francia.
Pero la pasión no queda en la teoría y por estos días cientos de niños y jóvenes han tomado por asalto instalaciones deportivas, parques y hasta calles, donde se disputan largos e improvisados partidos.
Tal vez entre esos improvisados futbolistas, que abandonaron por unos días el béisbol, estará la base de la selección nacional que represente a Cuba en un futuro Mundial, una asignatura aún pendiente del prestigioso movimiento deportivo de la isla en la arena internacional. Fin