A cinco días del debut de su selección en el Mundial de Sudáfrica, la hinchada de Brasil respiró aliviada este jueves al regreso en excelente forma del portero titular Julio Cesar a los entrenamientos colectivos.

A lo largo de una hora, el arquero del Inter de Milán realizó tres bellas defensas y no exhibió señales de dolor ni pareció preocupado en proteger la región lumbar, lesionada el 2 de junio último tras un choque con un adversario en el minuto 25 del triunfo brasileño por 3-0 sobre Zimbabue, en un partido amistoso.

Pese a que, desde el inicio del problema, la asesoría de prensa de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) había informado que la lesión no era grave y que el jugador estaría listo para debutar con Brasil el 15 de junio, ante Corea del Norte, nadie lo creía.

Los rumores circulaban intensamente, alimentados por las raras visiones del guardameta entrenando en separado y por el hecho de que siquiera viajó a Tanzania esta semana para el segundo amistoso, en el que volvió a ser reemplazado por el suplente Gomes.

Julio Cesar regresó a las prácticas esta mañana pero el hecho de que el entrenamiento en la cancha de la Randburg High School se realizó, a puertas cerradas, por primera vez en Sudáfrica, llevó a versiones sobre un supuesto agravamiento de la lesión.

Las imágenes del portero considerado como el mejor del mundo en la actualidad abandonando el campo temprano con la mano en la espalda, capturadas por fotógrafos y camarógrafos, solo hicieron aumentar aún más el pesimismo de los brasileños.

Tras el entrenamieno matutino, los periodistas presentes a la rueda de prensa diaria de la "canarinha" que hoy, tuvo la participación del lateral Daniel Alves y del mediocampista Elano, consultaron a ambos sobre la situación de Julio Cesar y lo sucedido por la mañana pero ambos negaron que el portero hubiese tenido problemas durante la práctica.

"Julio César entrenó con nosotros todo el tiempo. Salió algo antes para cuidarse, pero entrenó con nosotros", expresaron los jugadores.

La posibilidad de ver de cerca la situación de Julio César llevó centenas de reporteros al entrenamiento vespertino en la Randburg High School, realizado en una tarde fría , y, al final todos pudieron ver al guardameta participando normalmente de una práctica exigente de más de 45 minutos. Fin