El primero de enero de 2016 se puso fin a 3 décadas de la política de un solo hijo y se abrió el camino a la ley de dos. Tras un año en práctica, una encuesta realizada por la Asociación de Mujeres de China en 2016 mostró que el 53,3% de las familias de hijo único no quiere un segundo. En las provincias y en zonas desarrolladas, más del 60% de los participantes con educación superior no se plantea tener un segundo bebé. Según el estudio, los factores principales que determinan la negativa son los costos de educación y asistencia médica, así como la calidad de vida.
Frente a la pregunta de si desearía tener un segundo niño, Xiao Yan respondió: “Actualmente, solo con Nuomi, los gastos mensuales de la familia son cuantiosos. La comida y el vestido como leche en polvo y pañales suman 2.000 yuanes, sin incluir otros costos. A largo plazo, se debe tener en cuenta la compra de una vivienda en un distrito escolar y las clases extra. Pese a que todavía es muy chiquita, tenemos que pensar en todo eso ahora”.
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