Portada |
spanish.china.org.cn | 24. 02. 2017 | Editor: Elena Yang | [A A A] |
A partir del primero de enero de 2016 se puso fin oficialmente a 30 años de vigencia de la política del hijo único en China para entrar a una nueva fase de “dos hijos”. A un año de su implementación: ¿Qué opinan las familias con un solo hijo sobre este tema? y ¿cuáles son las principales preocupaciones de tener un segundo hijo?
Según una encuesta publicada por la Federación de Mujeres de Toda China, entre las familias de un solo hijo, el 20,5% afirma querer tener un segundo bebé, mientras que el 53,3% no lo considera y el 26,2% no lo tiene claro, es decir, los hogares que conforman los dos últimos grupos suman 79,5%, lo que significa que más de la mitad no desea agrandar su familia. Entonces, ¿cuáles son los elementos que influyen en la negativa de las personas a tener un segundo hijo?
De acuerdo con el estudio, la educación, atención médica, sanidad, calidad de vida y situación familiar son los factores que más afectan el deseo de un segundo hijo.
Shen es la contadora de una empresa de construcción en la ciudad de Tangshan, provincia de Hebei. Debido a las características de su trabajo, Shen pasa largas horas en las obras en Hubei. Su esposo es un empleado común y corriente de una compañía también en Tangshan. Las condiciones laborales hacen que cada año la pareja pase poco tiempo junta, solo durante los feriados por la Fiesta de la Primavera y el Día Nacional. El Año del Mono, el 2016, la familia recibió con alegría a su primer y único bebé.
Al ver a su pequeño en sus brazos, Shen dijo al periodista que no quería tener otro hijo y explicó la razón de su decisión. “Por un lado, este bebé es muy lindo y quiero darle todo mi amor. No tengo energías para un segundo. Por otro lado, desde el parto, vivo en la casa de mi suegra en un pueblo de la provincia de Jiangsu. Estoy muy ocupada, tengo que trabajar y vivir en el sitio de construcción de Hubei, lo cual no me permite estar con mi marido. Salvo el periodo de lactancia, no tengo oportunidad para estar con mi niño. Mi suegra se encarga de él todos los días. Mi esposo y yo solemos enviar dinero para cubrir sus gastos. Los costos del embarazo fueron elevados. Además, al considerar las restricciones de edad para procrear y mi condición física, no me da para tener otro niño. Pero lo más importante es que las condiciones económicas de nuestra familia son limitadas, ya que mi esposo y yo somos empleados comunes y los ingresos anuales son fijos. Si queremos tener otro hijo, hay que repartir en partes iguales los recursos económicos para ambos. Mejor destinamos todo a uno y le damos todo el respaldo posible. Es difícil criar a dos niños”.
La madre subrayó que no importa la presión, no cambiará de opinión. “Si el niño le pide una hermana o un hermano, ¿qué le diría?”, preguntó el periodista. “Al ser una mamá de una familia común, espero poder ofrecer el mejor apoyo para el niño. Sobre esta interrogante, le explicaría que le doy todo mi amor y que espero que crezca sano. Además de padres, mi esposo y yo también somos sus amigos. Voy a enseñarle a tratar a sus compañeros con sinceridad y voy a convertirme en su mejor amiga de toda la vida”, explicó Shen.
“¿Está segura que no se arrepentirá en el futuro?”, preguntó el periodista. “Nunca. Cuando mi bebé sea adulto, ya estaremos jubilados y tendremos pensión. No tendrá que preocuparse por cuidarnos. Además, mientras crezca, recibirá todo el apoyo de sus padres, así podrá desarrollarse bien. Ese es nuestro mayor consuelo”, señaló sonriente Shen.