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spanish.china.org.cn | 01. 12. 2014 | Editor: Ara | [A A A] |
Mitigación vs Adaptación
¿Cuál es más importante?
Aquellos inmersos en el juego climático coinciden en que hay temas que deben integrarse en una “agenda integrada” de políticas, mima que debe involucrar tanto los esfuerzos por evitar las emisiones de gases invernadero (mitigación) y como los trabajos de aquellos que trabajan para hacer frente a los efectos del calentamiento global (adaptación). El desacuerdo comienza en el área en la que el énfasis debe darse.
Cada vez más expertos demandan un enfoque más sobrio en torno al limitado progreso que se ha hecho para reducir las emisiones de gases invernadero en los últimos 25 años. Desde la década de los 90, la marca de los 2° C ha sido establecido como el umbral de temperaturas del planeta que no debe cruzarse, so pena de llevar a la Tierra al borde de un caos climático. No obstante, la temperatura promedio del plante está ya 0.8° por encima de los niveles preindustriales, y el C02 atmosférico superó los 400 ppm el año pasado. Muchos científicos argumentan que la Tierra presentará un aumento de 3°-4° para finales del siglo. Aún con un ambicioso acuerdo para disminuir las emisiones –hasta ahora sólo un sueño--, estos expertos afirman que para entonces seráimposible prevenir un calentamiento global.
Los geólogos Jasper Knight y Stephen Harrison argumentan que como la retroalimentación en los efectos del sistema terrestre son por sí mismos conductores clave de cambio climático, entonces, el tratamiento de las emisiones de gases invernadero en solitario es insuficientes para la gestión del calentamiento global. Estos dos científicos destacan que jurisdicciones diferentes, industrias e incluso disciplinas, tienen distintos criterios para determinar los presupuestos para el carbón, con intereses que afectan o terminan amañando los presupuestos.
Algunas personalidades de alto perfil entraron al debate tras la debacle de las conversaciones sobre cambio climáticode la ONU en 2009, que se centró en la necesidad de reorientar todo hacia la adaptación, particularmente en el mundo en vías de desarrollo, donde los efectos por el cambio climático son más mortíferos. En lugar de emprender acuerdos extremos para la mitigación, el énfasis se puso en una mayor adaptación por medio de la conservación de agua, protección ante inundaciones, construcción de presas y desarrollo de cultivos resistentes a sequías. Así, corredores terrestres deben crearse para ayudar a las especies a migrar, y en algunas áreas la migración de ciertos asentamientos debe ser considerado, con el correspondiente traslado de sus residentes a zonas del interior.
En oposición a los defensores de la adaptación, otros advierten que algunos efectos que resultan del cambio climático son terriblemente difíciles de ajustar, tales como la acidificación de los océanos, incendios esporádicos peligrosos y frecuentes, y la creación de refugios para el clima. Hay también preocupación de que un giro en el énfasis de la adaptación agote los recursos gubernamentales y privados dispuestos para la mitigación. Por ello, sin mitigación, la necesidad para la adaptación adoptaría una vez más mayores dimensiones.
Hay un inclinación desenfrenada, casi escéptica, hacia el argumento a favor de la adaptación, aseguran algunos expertos, en el que el compañías e industrias de combustible fósil quedan libres de toda responsabilidad y la presión para reducir las emisiones es liberada. Ciertamente, los impulsores del libre mercado, entre ellos el Instituto American Enterprise, han favorecido durante mucho tiempo la adaptación por encima de la reducción de emisiones. John Terman, profesor de sistemas dinámicos de MIT, afirma que si las personas creen que están protegidos de mares en ascenso o tormentas de mayor intensidad, entonces podrían estar menos dispuestas a apoyar la políticas de mitigación.
Finalmente, la adaptación ya se ha convertido en el patito feo de las fuentes de financiación privada, comparado con la mitigación, toda vez que los malecones, la definición de enmiendas al código y los proyectos para el uso eficiente de agua no son los centrifugadores de dinero en los que se puedan convertir los proyectos de energía limpia.