El enfriamiento gradual del ambiente anuncia la llegada del otoño, con el que no sólo baja considerablemente la temperatura y la energía vital, sino que la resequedad estimula la proliferación de enfermedades patógenas que amenazan la salud de las personas.

La medicina tradicional china recomienda lavar la cara con agua fría, comer alimentos rehidratantes y la regular horarios a fin de mejorar la inmunidad contra las enfermedades.

Pese a que el sol calienta las ciudades durante el día, los vientos fríos barren con la mayor parte del calor durante la noche. Esta notable diferencia entre el día y la noche, si bien placentera, puede originar malestares respiratorios, debido a que el cuerpo humano no puede ajustarse rápidamente a los cambios.

El Dr. Zhang Zhenxian, director del Departamento de Cuidado Médico Especial del Hospital Yueyang, afiliado a la Universidad de Medicina Tradicional China de Shanghai, afirma que “podemos fortalecer la capacidad del cuerpo para adaptarnos a los cambios del clima”.

La medicina tradicional recomienda que en esta temporada las personas laven su cara y que froten especialmente la nariz con agua fría; un baño de agua fría es altamente recomendado toda vez que es una sacudida a nuestro sistema.

Los cambios de temporada significan una caída no sólo en la temperatura sino también en la vitalidad.

“En los tres meses del otoño, la energía del yang (“calidez”) disminuye, mientras que la energía del yin (“frialdad”) crece en el universo”, afirma el Dr. Zhang. “ Para coordinar el cuerpo humano con el universo, debemos suprimir la energía del yang que tuvo una gran actividad durante el verano, y alimentar la energía del yin en nuestro cuerpo. Hacemos esto al acostarnos y despertarnos temprano, controlando nuestro estado de ánimo y consumiendo alimentos rehidratantes como las raíces del lirio (bai he).

El Dr. Zhang explica que levantarse a las 6:00am y acostarse antes de las 21:00 es la mejor forma para suprimir la energía del yang. Especialmente, es recomendable evitar emociones extremas: Mantenerse calmado y tomar relajadamente las cosas en el hogar o la oficina ayuda a adaptarse más fácilmente a los cambios del clima.

La “resequedad” es la principal “toxina” del otoño, de igual forma que el “calor” es el principal problema en el verano. La resequedad excesiva debe ser equilibrada con más humedad en el sistema.

Los síndromes de calentamientos pulmonares y malestares respiratorios ocurren generalmente durante esta temporada debido a que los pulmones son los primeros órganos que resienten la resequedad del ambiente que entra a nuestros pulmones por la nariz y la tráquea.

La cavidad nasal seca, el dolor de garganta y la tos con flemas son los síntomas más comunes. No obstante, problemas serios como la bronquitis crónica y la faringitis crónica también ocurren si no se consigue aliviar los síntomas más comunes desde un principio. Alimentos como la pera, las zetas blancas y los semillas de loto humedecen los pulmones y aumentan los fluidos.

“La medicina tradicional china cree que el desequilibrio de energía en un órgano puede llevar a problemas en otro más”, explica el Dr. Zhang. “El calentamiento pulmonar constante causado por la resequedad no sólo causa malestares respiratorios, sino que también causa daños al hígado”.

Para evitar esto, el Dr. Zhang recomienda que las personas alimenten al hígado por anticipado disminuyendo la ingesta de alimentos irritantes como el ají, el ajo y el jengibre, y aumentando el consumo de alimentos como la carne y el pescado.