¿Cómo eran los zapatos de tacón en la antigüedad?

Hace un tiempo, apareció un reportaje sobre una joven que comenzó a usar zapatos de tacón a los 16 años. Cuando tenía 31, sus pies estaban tan deformados que sólo podía caminar con un bastón. Ese caso causó mucho temor entre las amantes de tacones.

Desde la antigüedad, las mujeres usan zapatos no para caminar sino para mostrar su belleza. Según los registros históricos, hace más de 2200 años, el zapato femenino tenía la punta redonda y el tacón alto.

El poema Leer el poema ¨Bella¨ con el famoso intelectual Wang Yue de Xiangdong, encontrado en la recopilación poética Cantos Nuevos de Yutai, dice: “El zapato es tan alto como si estuviera en un escalón y el vestido se levanta con el viento”. Entonces, el tacón era bastante alto. Si no, ¿cómo el poeta podría confundirlo con un escalón? Esos eran los zapatos de la Dinastía Liang hace más de 1500 años.

Durante las Dinastías Tang y Song, aparecieron otros modelos de zapatos de tacón. El calígrafo Mi Fei de la Dinastía Song, en la inscripción de la pintura La Emperatriz Wende de la Dinastía Tang dejó su zapato, describió así los zapatos de la emperatriz: “Elaborado con plumas rojas, con adornos de hojas dorados, mide un chi de largo y 3 cun de alto”. El tacón medía unas 3 pulgadas y la planta era pequeña y delgada. En aquel entonces, ese tipo de zapatos tenía un nombre bastante poético, Wanxia, que hace significa “pasos lentos y delicados”.

Esos zapatos eran apropiados para las mujeres bajas y eran muy populares entre las damas palaciegas y las señoritas de familias ricas. Se parecían a los zapatos con tacón de cuña actuales. La planta era tan gruesa que se parecía a un ladrillo, pero gracias a ellos, la mujer podía “crecer” unos 10 centímetros más. Los otros zapatos normales se llamaban zapatos de excursión. Eran parecidos a las zapatillas de hoy día.

Según las exigencias antiguas, el vestido femenino tenía que llegar al suelo, no por un concepto de belleza, sino para tapar el cuerpo. Durante la Dinastía Ming cuando el feudalismo llegó a su apogeo, el vestido de la mujer tenía que tapar el cuerpo completo. Por eso, para que la ropa no molestara al caminar, usaban zapatos altos. Es decir, el tacón no era sólo un objeto de belleza.

Durante las Dinastías Ming y Qing, fue muy popular el vendado de pies, especialmente en las provincias Shanxi, Shaanxi y Gansu. En aquel entonces se prestaba más atención a los pies vendados que a los buenos modales de una mujer. Si una mujer poseía pies grandes era por la culpa de la madre y era una deshonra para el marido. Las mujeres con pies vendados también tenían sus zapatos de tacón.

Liu Tingji (Dinastía Qing) escribió en un texto titulado Arco del Pie: “Tras vendar los pies, usan zapatos de arco, zapatos bordados y zapatos con punta de fénix, a los cuales se les colocan un cilindro pequeño de madera como tacón. De esta manera, la mujer se para en la punta de pie y se ve aún más pequeño el arco.” En comparación con los zapatos anteriores, esos tacones eran más parecidos a los actuales.

Sin embargo, con esos tacones, todo el peso del cuerpo caía en la punta de pie, lo cual generaba un dolor insoportable. Por tanto, a las mujeres les costaba mucho caminar. Pero como los zapatos acentuaban la figura femenina, igual se convirtieron en la moda de la época.

Los gobernadores de la Dinastía Qing detestaban el vendar los pies y prohibieron su práctica entre las mujeres manchúes, pero ellas también usaban zapatos de tacón. Los zapatos femeninos manchúes medían 3 o 4 pulgadas de alto. Tenían la punta redonda y en general, se tapaban con la ropa. El tacón se encontraba en el centro de la planta.

El tacón manchú tenía dos estilos: con forma de macetero o con forma de pezuña de caballo.

Esos tacones tenían una altura promedio entre 5 a 10 centímetros y podría llegar a un máximo de 25 centímetros.

Las mujeres manchúes solían adornar sus zapatos con lentejuelas o figuras bordadas como cigarras o mariposas. También colocaban joyas en la parte del tacón donde no tocaba el piso. Algunas colocaban en la punta del zapato borlas llamativas y tan largas que llegaban al suelo.

Generalmente, eran las mujeres aristocráticas mayores de 13 o 14 años quienes usaban ese tipo de zapatos. Como esos calzados tenían la planta gruesa y el tacón delgado, era difícil mantener el equilibrio si la mujer caminaba rápido. Por eso, se veía obligada a caminar firme y lentamente, lo cual destacaba la belleza y la figura femenina. Con el tiempo, esa moda palaciega también se volvió popular entre la gente común.

Existen diferentes leyendas sobre el uso del tacón entre las mujeres manchúes. Algunos estudiosos sostienen que los manchúes siempre han tenido la costumbre de fabricar zapatos con madera. Antiguamente, las mujeres colocaban maderas debajo de los zapatos cuando recogían frutos, champiñones y leñas en la montaña para evitar el ataque de bichos y serpientes. Con el tiempo, se transformaron en zapatos de tacón.

Según otra leyenda, en una ocasión, los antiguos manchúes tenían que atravesar un estanque para tomar una ciudad conquistada por los enemigos. Aprendieron de las grullas y colocaron ramas en los zapatos para llegar al otro lado del estanque. Al final, lograron vencer a sus enemigos. Para recordar ese hecho histórico y los zapatos con ramas que les ayudaron a llegar a su destino, las mujeres manchúes empezaron a usar tacones en sus zapatos. Esta historia le ha dado un toque heroico a la belleza femenina.

El escritor Yi Shu dijo: “La degradación de una mujer comienza con el uso de los zapatos de tacón”. Pero, ¿es un crimen perseguir la belleza? De todas maneras, los zapatos de tacón a lo largo de la historia están relacionados estrechamente con el amor a la belleza y a la atención.

Las mujeres, antiguas y modernas, chinas y extranjeras, siempre estarán dispuestas a sufrir por la belleza.