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La semana pasada, el Doctor Enrique Dussel Peters, quien es profesor de posgrado de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México y Coordinador del Centro de Estudios China-México (CECHIMEX), estuvo en Beijing a fin de presentar su libro “América Latina y El Caribe-China. Economía, Comercio e Inversiones”.

El departamento de español de china.org tuvo la oportunidad de hablar con él respecto a la futura visita del presidente Xi JinPing a algunos países latinoamericanos y de su “Sueño de China”, planteado a últimas fechas. Es importante conocer no solamente a China como país, sino a Latinoamérica como región o subcontinente, a fin de entender los retos y opciones que pueden existir entre ellos. Por ello, el Doctor nos compartió algunos de sus pensamientos respecto a distintos tópicos.

La importancia para China de las relaciones con América Latina.

Yo diría, desde mi perspectiva y desde el trabajo que desde hace más de diez años venimos haciendo en el CECHIMEX, que destacan cinco aspectos:

El primero se refiere a hacer un acto de presencia. Es decir, China y el presidente Xi JinPing buscan destacar, reforzar y profundizar su presencia en la región latinoamericana. En segundo lugar, porque América Latina es un creciente socio comercial como región importante para China; hoy en día como región somos el cuarto o quinto socio comercial de China.

Tercero, América Latina no sólo es relevante en términos comerciales, sino que se ha convertido, en la actualidad, en la segunda fuente de inversión extranjera directa y es una zona y una región importante también en términos de inversión extranjera directa desde la perspectiva china. No solamente las Islas Vírgenes o las Islas Caimán, sino también países como Argentina, Brasil, Chile, Panamá, Venezuela, Cuba, etcétera.

En cuarto lugar, se ha convertido en una zona muy relevante para los insumos que el sector productivo requiere, particularmente aquellos como la soya, minerales, petróleo, gas, entre otros. Es uno de los proveedores más significativos y todo indica que seguirá creciendo, paralelo al comercio e inversiones.

Y por último, sorprendemente para muchos, es una de las regiones menos críticas a China. Es decir, en Australia, en la UE, en Estados Unidos, algunos países asiáticos, tienen una relación más tensa con China. En Latinoamérica, en general y con muy pocas excepciones, la relación entre los sectores públicos, incluso con los sectores académicos y privados, hay algunas tensiones, pero si las comparamos con las existentes con otros países, América Latina es un continente relativamente tranquilo y muy cercano a China, hoy y mañana.

Todo esto le permite a China y al presidente Xi viajar a América Latina con relativa tranquilidad.

El “Sueño de China”: se trata de un sueño mutuo.

En términos generales, es un sueño mutuo y entonces, debe realizarse en el corto, mediano y largo plazo por ambas partes. Yo diría que es una visión probablemente no muy lejana a la también planteada anteriormente, en términos de una relación con base en la cooperación y la armonía entre los países. Me parece que hay una continuidad importante y no sorprendente, conociendo a China y sus estrategias desarrolladas en los últimos 30 ó 40 años, e incluso siglos, dirían algunos. Me parece que es una visión pacífica, basada en el desarrollo en la economía, el comercio, el respeto a los pueblos, sistemas políticos y demás. Todo eso me parece muy positivo, pues en términos de otras hegemonías, América Latina ha sufrido durante siglos la hegemonía estadounidense,muy lejana a esta visión que nos presenta el presidente Xi, dónde era todo menos pacífica, todo menos no intervencionista. Entonces Latinoamérica sufrió durante siglos el embate de los sectores públicos, privados, militares, de empresas transnacionales que imponían gobiernos en los países latinos, golpes de estado, torturas, miles de desaparecidos, etcétera. Entonces, el planteamiento de China es mucho más respetuoso, mucho más pacífico y me parece extremadamente positivo y una forma muy inteligente de acercarse a la región.

Es importante que ese sueño se vaya realizando a corto, mediano y largo plazo; no podemos quedarnos sólo en un sueño para cien años. Esto significa que hay que irlo construyendo, a base de proyectos concretos y específicos en el corto plazo y sobrellevar dificultades en el corto, mediano y largo plazo.

Por ejemplo, hago referencia a un tema específico y concreto y que me parece que es de interés de las autoridades chinas y de interés también para la visita de Xi, concretamente a México. La estructura del comercio entre América Latina y México con China y de las inversiones en el mediano plazo no es sostenible.

¿Qué es lo que estamos viendo? El comercio e inversiones están creciendo en forma muy importante; China tiene una presencia comercial en el desarrollo de los países, creando infraestructura, todo esto es positivo. Pero, tenemos condiciones y una estructura específica que no es sustentable. China está hoy en día, exportando productos manufacturados de alto valor agregado, con creciente nivel tecnológico; y, América Latina está exportando materias primas: soya, minerales, cobre, petróleo... con cada vez menor valor agregado y nivel tecnológico. Es decir, en Latinoamérica, el impacto y efecto que está teniendo en los empleos, salarios, desarrollo de ciencia y tecnología es cada vez menor.

Estudios realizados por el CECHIMEX indican que está teniendo, además, serias repercusiones sociales; es decir, está reconcentrando el ingreso territorialmente en un grupo de hogares por los procesos y productos específicos. Esto debiera ser hoy , no en el sueño a cien años, sino que hoy de interés y relevancia para los dos, para adelantarnos a problemas sociales, económicos, políticos, entre otros. Hoy, el presidente Xi y los presidentes latinoamericanos deberían buscar, en aras de la cooperación y desarrollo de los países en forma mutua, solventarse de una vez; porque hoy en día nos encontramos con que el comercio tiene esa estructura y esa composición y en la segunda fase en la que América Latina se está relacionando con China, esa misma estructura se está reforzando con la inversión extranjera directa china en la región.

Y, ¿ en qué invierte China? En materias primas, energía, petróleo y un grupo de actividades muy precisas. Eso, desde nuestra perspectiva, nos preocupa mucho porque va a generar problemas y eso no conviene a China ni a Latinoamérica; así que, tomando muy en serio el Sueño Chino, yo diría que en China se sueña, en América Latina se sueña y lo que se busca es tener un sueño común, que se logre hoy en el corto plazo, mañana y pasado mañana; para ello se requieren proyectos concretos. Yo esperaría que la visita del presidente Xi pudiera responder a estos retos, de otra forma, si las relaciones en el corto plazo no son buenas, entonces en el largo plazo tampoco lo serán. Por ello hay que trabajar en temas muy específicos y muy concretos, de ciencia y tecnología, para que los países latinoamericanos logren incrementar lo que están vendiendo, no sólo en cantidad sino en calidad.