Bases para la asociación estratégica
Los 90 trajeron las grandes transformaciones mundiales. La estructura política y económica era dominada por Estados Unidos, única superpotencia de entonces, en detrimento de los países en vías de desarrollo.
El Gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, en 1992, e intensificó sus relaciones con la región Asia-Pacífico, convirtiéndose en el primer país latinoamericano en ingresar a la APEC, lo que le permitió estrechar sus relaciones con China. En mayo de 1990, Yang Shangkun inició en México la primera gira de un presidente chino por Latinoamérica, que lo llevó a cinco países de la región.
Especial significado en el desarrollo de la relación bilateral tiene el año 1993. En marzo y mayo, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qian Qichen, y el viceprimer ministro, Zhu Rongji, visitaron México; y en diciembre siguiente, Salinas de Gortari viajó a Beijing.
Durante la gestión del presidente Ernesto Zedillo, ambos Gobiernos hicieron un llamdo al desarrollo de la economía y la promoción del comercio. El primer ministro chino, Li Peng, y Zedillo intercambiaron visitas en octubre de 1995 y noviembre de 1996, respectivamente. Además, se firmaron convenios en materia de asuntos sociales y étnicos, telecomunicaciones, ciencia, lucha contra el narcotráfico y agricultura y ganadería. En enero de 1997 llegó a México Hu Jintao, en ese momento miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, y en noviembre de ese año lo hizo el entonces presidente chino, Jiang Zemin. De esos contactos nació una relación de asociación de cooperación integral. La parte china vio en México a un socio en los esfuerzos conjuntos por impulsar la cooperación Sur-Sur, mejorar la relación Norte–Sur y establecer un nuevo orden internacional. México consideró que mejorar la relación con China tenía un significado estratégico, elevaba su posición e impulsaba la inversión y el comercio bilateral.
Asociación estratégica
Con el nuevo siglo, China y México intensificaron el diálogo y la colaboración bilateral y diseñaron un nuevo modelo de relación entre dos países en desarrollo. El presidente Vicente Fox visitó China en junio de 2001 y en octubre participó en la cumbre de la APEC, en Shanghai. México buscó establecer una cooperación de mayor nivel con China y se cerraron las negociaciones para el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Durante la visita oficial a México del primer ministro chino, Wen Jiabao, en diciembre de 2003, se estableció una relación de asociación estratégica. México pasó a ser uno de los más importantes socios políticos, económicos y comerciales de China en Latinoamérica. En agosto de 2004, se fundó la Comisión Permanente Binacional y se suscribió el Plan de Acción Conjunta China-México 2006-2010. Las visitas del vicepresidente chino, Zeng Qinghong, y del presidente Hu, en enero y septiembre de 2005, respectivamente, demostraron que la relación estaba en su mejor momento.
En la cumbre del G8+5, en junio de 2007, Hu Jintao y su homólogo mexicano, Felipe Calderón, aseguraron que compartían muchos intereses, una sólida base de cooperación política y una brillante perspectiva de desarrollo. Ambos se interesaron en reforzar la cooperación en campos como el cambio climático y la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU. En julio de 2008, durante la visita de Calderón a China, los dos mandatarios constituyeron el mecanismo de diálogo estratégico, que celebró su primer encuentro en agosto del año siguiente, en Ciudad de México, mientras en julio de 2010 tuvo lugar la IV Reunión de la Comisión Permanente Binacional, en la que se firmó el Plan de Acción Conjunta 2011-2015.
La cooperación en el plano jurídico también logró grandes avances, al rubricarse, en enero de 2005, el Tratado de Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal. Además, México fue uno de los primeros países en suscribir con China un Tratado de Extradición, en julio de 2008. A raíz del terremoto en Wenchuan, en mayo de 2008, el Gobierno mexicano envió ayuda a China por un valor de 100.000 dólares y la compañía Aeroméxico transportó gratuitamente equipos de emergencia. En abril de 2009, durante el brote de la gripe AH1N1 que afectó a México, China donó 5 millones de dólares en ayuda humanitaria.
Actualmente, la crisis financiera continúa afectando al mundo y el panorama de la economía global se presenta muy inestable. La estructura política mundial experimenta su reajuste más profundo desde la II Guerra Mundial y la reforma del sistema financiero internacional se acentúa incesantemente. Ante esta situación, ambos países coinciden en la conveniencia de reforzar la cooperación estratégica y asegurar que su armoniosa relación política, que ha superado todos los desafíos en estos 40 años, sea la piedra angular de una futura cooperación estratégica completa e integral.