Li Keqiang demanda al Gobierno a actuar sin vacilación para no defraudar al pueblo

Una vez hecho el exhorto, el primer ministro presentó en detalle las tareas materializadas satisfactoriamente el año que pasó. Entre ellas destacó el aumento del PIB, que superó los 90 billones de yuanes; la creación de empleos, que sumaron 13,61 millones de nuevos puestos; la disminución de la población rural necesitada, que se redujo en 13,86 millones, y el descenso de los aranceles a la importación, que pasó de 9,8 a 7,5 por ciento.

La materialización de las metas, en palabras del primer ministro, fueron éxitos difíciles, toda vez que 2018 estuvo marcado por los altibajos de la globalización económica, por vientos adversos que obstaculizaron la tendencia del comercio multilateral, por las oscilaciones de los mercados financieros, y por las fricciones comerciales protagonizadas con la mayor economía del mundo.

Consciente de los súbitos cambios en los diferentes escenarios, el primer ministro advirtió del peligro de sobreestimar factores internos y externos de China. Con notable sobriedad, presentó las metas que el Gobierno se propone materializar en este 2019. Así, Li Keqiang anunció al mundo una meta del crecimiento del PIB entre un 6 y un 6,5 por ciento, la creación de más de 11 millones de puestos de trabajos en zonas urbanas, la contención de la inflación al consumidor en un 3 por ciento y la reducción de más de 10 millones de residentes rurales pobres.

Los trabajos para combatir la contaminación, que aqueja a muchas ciudades de China, también estuvieron presentes en el discurso del primer ministro. El premier anunció que China reducirá sus emisiones de dióxido de azufre y óxido de nitrógeno en un 3 por ciento este año, a fin de asegurar nuevas victorias en la lucha por defender y materializar cielos azules en el país.