spanish.china.org.cn | 06. 03. 2019 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
Por Jorge Fernández
En voz del dirigente chino, algunas tareas del Gobierno adolecen de insuficiencias, las mismas que han generado profundas insatisfacciones en sectores populares.
El primer ministro de China, Li Keqiang, presentó el 5 de marzo un informe que sorprendió a la opinión pública por la dureza con la que habló sobre el desempeño gubernamental. En voz del dirigente chino, algunas tareas del Gobierno adolecen de insuficiencias, las mismas que han generado profundas insatisfacciones en sectores populares.
Entre las tareas desplegadas con insuficiencia están las relacionadas con la educación, la asistencia médica, la atención a la vejez y la vivienda. En opinión de Li Keqiang, las medidas para atender estos y otros asuntos no se ponen debidamente en práctica, y esto, sumado a prácticas malsanas, entre las que aún hay casos de corrupción, debilitan la ejecución de tareas.
Esta sinceridad, que no adjudica responsabilidades en terceros sino que, por el contrario, reconoce sin doble rasero las deficiencias propias, ha sido celebrada por la opinión pública nacional e internacional. La objetividad crítica ha inyectado una dosis de credibilidad al compromiso de la dirigencia actual para remediar prácticas dañinas y para trabajar en función del pueblo:
“Hemos de atrevernos a afrontar los problemas y desafíos, tener la valentía de asumir responsabilidades, cumplir fielmente con nuestro deber y hacer cuanto podemos para llevar a buen término nuestros trabajos y no defraudar las esperanzas del pueblo”.