“Lloraba de alegría y no me moví de la cama por una semana por temor a que naciera antes y eso valió la pena”, señaló la mujer de 38 años. Lo más emocionante para la madre no solo fue el nacimiento de su segundo bebé, sino también el día que vino al mundo.

Fue el primer día de vigencia de la política del segundo hijo, es decir, su familia no necesitó pagar la multa, pero si hubiera nacido un día antes la situación habría sido muy diferente.

El primero de enero de 2016 fue un momento especial para la familia de la señora Zhao y marcó el fin de una etapa, el de la política del hijo único, un sistema que se mantuvo en China a lo largo de 40 años.