El país desarrolló su primer gran avión de pasajeros, el Y-10, un jet de fuselaje estrecho con cuatro motores, en la década de los 70 del siglo pasado.
El avión, con 149 asientos de clase económica, realizó un exitoso vuelo de prueba el 26 de septiembre de 1980, y voló a varias ciudades chinas, incluida Lhasa en la región autónoma del Tíbet. Desafortunadamente, el proyecto fue cancelado en 1985 debido a razones de viabilidad y presupuestarias. En aquel tiempo, China ya había puesto en marcha la apertura y tuvo una flota modesta de aviones fabricados por los países occidentales.