En términos de diversidad de financiamiento, el punto focal es relajar el acceso al mercado, alentando al capital privado a involucrarse en la creación de infraestructura urbana. Hoy en día, a parte de algunas áreas que deben ser apoyadas por los gobiernos, el capital privado deben desempeñar un papel más significativo. Si logramos crear un entorno del mercado apropiado, gestionado según las reglas del mercado, la urbanización puede prosperar.

El costo más grande al que se enfrentan los residentes rurales que desean mudarse a las grandes ciudades es la seguridad social, la educación, la sanidad y el sistema de pensiones. Hoy en día, cada ciudad ha establecido algunos niveles de sistemas de seguridad social, pero el hecho de que ellos trabajan por separado y generan dinero de manera independiente ha causado una sobrecarga financiera. Además, estos nuevos residentes pueden haber pagado seguros en otros lugares, y aún si estos pagos pueden transferirse junto con ellos a una nueva ubicación, puede haber aún muchas diferencias en cuanto a los tiempos y a las cantidades.

Además, hay también un problema en la segmentación de las salidas para la educación del financiamiento del gobierno, añadiendo aún más presión a estos nuevos residentes. Para solucionar estos problemas, necesitamos establecer una red unificada de seguridad social, crear mecanismos racionales que compartan responsabilidades entre los gobiernos, empresas e individuos. Al mismo tiempo, debemos conformar un nuevo mecanismo que conecta a las personas que se trasladarán de las áreas rurales a las ciudades con pagos de transferencia emanados de las autoridades fiscales, alentando a las áreas avanzadas a absorber a más residentes rurales y a convertirlos en ciudadanos locales, ayudando así a que el proceso de urbanización fluya con mayor dinamismo.