(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Los atletas olímpicos chinos han sido estrellas dentro y fuera de las pistas en los Juegos de Londres, dejando atrás la imagen de héroes reluctantes que realizan gestas admirables pero se mantienen tímidamente alejados de la publicidad. Su juventud puede tener algo que ver en este cambio.
Encabezados por los sensacionales nadadores Ye Shiwen y Sun Yang, los 99 atletas nacidos en la década de 1990 se alzaron con 16 de las 38 medallas de oro conseguidas por la delegación china, compuesta en esta ocasión por 396 deportistas.
Los atletas chinos han mantenido una reputación de timidez ante los medios. No sólo porque sus personalidades parecían más “blandas”, sino también porque vestían igual y tendían a difuminarse en el trasfondo de la solidaridad colectiva. Sin embargo, las estrellas del deporte actual en China son más mediáticas y no dudan en expresarse. Sacando fuerzas de sus predecesores y su espíritu de compromiso, los nacidos en los años 90 presentan unas condiciones físicas mucho mejores y se han beneficiado de las técnicas de entrenamiento y la experiencia occidental.
El éxito en las nuevas gestas deportivas ha venido acompañado de momentos dorados en búsquedas más tradicionales. Siguiendo el récord mundial de Sun y Ye en la piscina, Chen Ding, 20 años, añadió el oro en los 20 km marcha, el segundo oro en atletismo varonil para China. El primero fue el conseguido por el vallista Liu Xiang en Atenas 2004.
La estrella del bádminton Li Xuerui, 21 años, se coló por sorpresa en la final para dejar atónita a la número uno del mundo, Wang Yihan, mientras que la esgrimista Sun Yujie, 20 años, dio todo para ganar el máximo título en esgrima femenil.
Pero lo que realmente impresionó al mundo fue mucho más que los oros. La personalidad y seguridad de estas jóvenes estrellas chinas han roto los estereotipos sobre un prototipo de atleta chino fuerte pero silencioso.
Una generación mediática en ascenso
“La nueva generación tiene más personalidad”, afirma Cai Zhenhua, viceministro de deportes. “Están más deseosos de aceptar cosas nuevas y pueden comunicarse más fácilmente con atletas extranjeros, con los que tienen mucho en común”. Nacido en 1961, Cai ganó varios títulos de tenis mesa en la década de 1980.
Un ejemplo de esta nueva actitud es la confianza que mostraba Sun Yang antes de los Juegos. Sun no ocultó sus ambiciones de oro y aseguró que batiría a su archirrival surcoreano Park Tae-hwan a pesar de que el líder de su equipo le pidió que fuera cauto.
“¿Qué pasará si pierdo? Sólo los apocados deberían pensar en eso y yo no voy a hacerlo”, dijo Sun antes de marchar a Londres, donde ganó el oro en los 400 y 1.500 metros estilos libres.
Cuando la espectacular actuación de Ye fue cuestionada, Sun respondió citando el hito de la nadadora estadounidense Missy Franklin en los 200 metros espalda. “¿Qué pasaría si la gente no la felicitara ni la animara, sino que la cuestionara como han hecho con Ye? ¿Cómo se sentiría?”, preguntó Sun.
Las emociones tampoco son algo de lo que avergonzarse. Al celebrar su épica victoria en los 1.500 metros, Sun dio un golpe sobre el agua tras tocar la pared de la piscina, al igual que el gran Michael Phelps en los Juegos de Pekín en 2008, y gritó frente a los medios cuando rememoró el esfuerzo que tuvo que hacer para conseguir su éxito.
Chen comenzó a celebrar su victoria en marcha con los espectadores 500 metros antes de la línea de meta. “Sabía que la medalla de oro era ya mía cuando todavía me quedaban 3 kilómetros por delante”, dijo tras la carrera.
La levantadora de peso Lu Haojie, 22 años, consiguió la plata en la categoría de 77 kg con una lesión de rodilla, pero no ocultó su decepción. “Honestamente, el nivel de las Olimpiadas es mucho más bajo que nuestro campeonato nacional. Es una pena que me haya lesionado durante el evento”, dijo Lu.
Esta generación también sabe bien como batirse en las “aguas” de internet. Con más de 10 millones de seguidores, Sun Yang publicaba regularmente lo que hacía y adónde iba en su cuenta de microblog. “Proporciona una manera muy buena y gratuita para que los atletas chinos se comuniquen con sus amigos, compañeros de equipo e incluso con extraños”, dijo Wang Yongzhi, quien lidera el programa olímpico de Tencent, que gestiona uno de los principales portales de microblogs del país con más de 400 millones de usuarios.