El índice general de los precios del mercado se mantuvo estable. El índice general anual de precios al consumidor ascendió en un 0.7% en relación con el año anterior. En cuanto a los sectores específicos, los precios en las ciudades subieron en un 0.7%; y los rurales, un 0.8%. Los precios de los alimentos se mantuvieron estables, con excepción de los precios de los cereales, que bajaron en un 0.7%, y los de carnes y sus productos derivados, vegetales, y huevos aumentaron en un 1.6%, 1.4% y 6.0%, respectivamente. Los precios del tabaco y las bebidas alcohólicas bajaron en un 0.3%, y los de vestidos, un 1.9%. Los precios de los equipos electrodomésticos y de transporte y telecomunicaciones disminuyeron en un 2.3% y 1.0%, respectivamente. Los precios del entretenimiento, educación y cultura ascendieron en un 6.6%, y los de viviendas, un 1.2%. Los precios de los productos industriales disminuyeron en un 1.3%; y los de materias primas, combustibles y de compra de energía, en un 0.2%. El precio de la inversión en los activos fijos aumentó en un 0.4%.

La escala del empleo siguió ampliándose. A fines de 2001, había en el país 730.25 millones de trabajadores, 9.4 millones más que en 2000. De ese total, 239.4 millones, es decir, 7.89 millones más que en el año precedente, eran trabajadores de las ciudades y poblados. A fines de 2001, el número de desplazados de las empresas estatales era de 5.15 millones, es decir, 1.42 millones menos que el año anterior. En todo el país 2.27 millones de trabajadores desplazados encontraron nuevos puestos de trabajo por diversos canales. A fines del año, la tasa de desempleados registrados en las ciudades y poblados fue del 3.6%.

La balanza internacional de pagos mantuvo un saldo positivo. El superávit del comercio exterior del año fue de 22,500 millones de dólares, o sea, se redujo en 1,600 millones de dólares. La utilización real de la inversión foránea directa fue de 46,800 millones de dólares, lo que representó un aumento de 14.9% con respecto al año anterior. Las reservas de divisas del Estado llegaron a 212,200 millones de dólares, 46,600 millones más que el año anterior. La tasa de cambio del Renminbi se mantuvo estable, situándose en los 8.2766 yuanes por dólar a fines de ese año, lo que representó una revaluación del Renminbi de 15 puntos respecto al año anterior.

La reestructuración registró nuevos progresos, y la calidad de las operaciones económicas integrales y los resultados económicos mejoraron continuamente. La agricultura se orientó a la demanda del mercado, con la promoción enérgica de la optimización de los productos, la calidad y la distribución, a la par que se producía una concentración gradual de los principales productos agrícolas en las zonas de producción predominantes. Los sectores de alta tecnología mantuvieron un crecimiento relativamente rápido. Se intensificó la transformación tecnológica de las industrias tradicionales y algunos sectores obtuvieron nuevos éxitos en la eliminación de las fuerzas productivas atrasadas y la reducción del exceso de las mismas. Se fortaleció en cierto grado la inversión en las zonas del oeste. Los índices integrales de los resultados económicos de todas las empresas estatales y de las empresas no estatales cuyos ingresos de venta anual son de cinco millones de yuanes y superior, fueron de 122.1, elevándose en 3.4 puntos porcentuales en relación al año previo; y estas empresas redituaron 465,700 millones de yuanes, un aumento de 8.1%.

Los principales problemas subsistentes en el desarrollo social y económico son: Las contradicciones estructurales y los problemas profundos de la estructura económica; el aumento de la presión del desempleo, la lentitud en el incremento de los ingresos de los campesinos y las dificultades económicas para parte de las masas populares; la carencia en la capacidad de transformación tecnológica y de adaptación al mercado de las empresas, dificultades para el funcionamiento de algunas empresas; ocurrencia ocasional de graves accidentes por falta de seguridad; falta de cambios abarcadores en la situación de división en el mercado doméstico causada por el proteccionismo regional, y el desorden de la economía de mercado.