Un gigantesco agujero negro mostrando espeluznantes modales ha sido observador mientras engullía una estrella en una galaxia situada a 4 mil millones años luz, dijeron el martes los científicos que usaron un telescopio de la NASA.

　　Gracias a la ayuda de Galaxy Evolution Explorer de la NASA, un telescopio sensible a dos bandas de longitudes de ondas ultravioletas, los astrónomos han visto por la primera vez todo el proceso de una agujero negro engulléndose una estrella, desde el principio hasta casi el final.

　　Información adicional del Observatorio de rayos X de Chandra, el telescopio Canadá-Francia-Hawai situado en Hawai y el Telescopio Keck, también situado en Hawai, ayudó a los científicos a describir el evento en varios longitudes de onda sobre dos años.

　　“Este tipo de evento es muy raro, así que somos afortunados de estudiar el proceso entero desde el principio hasta el final, dijo el Dr. Suvi Gezari del Instituto de Tecnología de California, en Pasadera, California.

　　Gezari es el primer autor del nuevo artículo que aparecerá el día 10 de diciembre en la revista científica “Astrophysical Journal Letters”.

　　Quizás durante miles de años, el agujero negro quedó en silencio dentro de una galaxia elíptica desconocida. Pero entonces, una estrella se aventuró demasiada cerca del agujero negro y fue descompuesta en mil trozos por la fuerza de la gravedad del agujero.

　　Parte de la estrella descompuesta se arremolinó alrededor del agujero negro, luego empezó a zambullirse dentro de el, provocando una iluminación ultravioleta que fue detectada por el telescopio Galaxy Evolution Explorer.

　　Hoy, el telescopio basado en el espacio sigue observando periódicamente la luz ultravioleta atenuarse al mismo tiempo que el agujero negro termina de engullir los restos de su plato estelar. Con estas observaciones, se podrá entender mejor cómo los agujeros negros se desarrollan con las demás galaxias.

　　Los agujeros negros son montones de materia concentrada cuya gravedad es tan fuerte que incluso la luz no puede escapar. Se piensa que los agujeros negros gigantescos viven en el corazón de cada galaxia. Los agujeros negros activos arrastran los materiales que les rodea hacia ellos, calentándolos y provocando un resplandor. Los agujeros negros inactivos, como el que está en nuestra galaxia la Vía Láctea, no hacen ni pío, por lo que es difícil estudiarlos.

　　Es la razón por la que los astrónomos se entusiasman cuando una estrella insospechosa se pasea muy cerca de un agujero negro inactivo, un evento que ocurre una vez cada 10.000 años en una galaxia típica. Una estrella se aplasta y se estira cuando la gravedad de un agujero negro cercano supera su propia gravedad. Una vez que una estrella ha sido molestada, una porción de su cuerpo gaseoso es transportada al agujero negro y calentada a temperaturas que emiten los rayos X y la luz ultravioleta.

　　“La estrella no se podía agarrar”, dijo Gerazi, añadiendo que “ahora podemos observar estos acontecimientos con luz ultravioleta, tenemos una nueva herramienta para encontrar más”.

　　Se piensa que el agujero negro observado es 10 millones veces más grande que nuestro sol. Su galaxia está situada a 4 mil millones de años luz de la constelación Bootes.

(07/12/2006, Pueblo en Línea)