Las aulas chinas están asociadas tradicionalmente a métodos de enseñanza basados en la memoria y firmeza. El objetivo final es que los estudiantes logren superar los importantes exámenes que determinarán su futuro, con escasa atención a la interacción entre profesores y alumnos.
Sin embargo, UNICEF está promoviendo una aproximación completamente distinta a la educación de los menores.
"El entorno distendido para el aprendizaje, promovido por UNICEF, centrado en los estudiantes y en procesos de aprendizaje dinámicos, contribuye a que los menores logren desarrollar completamente su potencial", afirma Anjana Mangalagiri, directora del departamento de educación de la oficina del organismo internacional en China.
UNICEF afirma que el "aprendizaje en entornos distendidos" mejora los métodos de enseñanza. En su campaña para introducir este enfoque en China la organización está concentrando sus esfuerzos en 30.000 alumnos de 200 centros rurales de las siete provincias más pobres del gigante asiático.
En la escuela primaria de Danzhou, en la región autónoma meridional de Guangxi, Wu Qunjiang es una de los 246 alumnos implicados en el programa lanzado por UNICEF.
"Mira, ésta es mi bolsa de los susurros", afirma Wu, señalando a un pequeño sobre en la pared del aula, decorado con un gran árbol y un camino que conduce a una casa de ladrillos amarillos.
Los alumnos de Danzhou y sus profesores pueden deslizar discretamente notas de ánimo en las "bolsas de susurros". Cuando Wu la abre encuentra una nota roja de uno de sus mejores amigos. También hay un mensaje de Chen Kuixuan, su profesor, quien tranquiliza a Wu tras perder su carnet de estudiante, "todos cometemos errores".
Cuando llegó por primera vez al centro, hace un año, Wu, cuyos padres se desplazaron en busca de empleo a la ciudad, dejándola a ella y su hermana de tres años al cuidado de su abuela, no recibió la mejor de las bienvenidas. "Su pelo y sus ropas estaban sucias, siempre andaba peleándose con otros alumnos", recuerda Chen.
El "entorno distendido" ha logrado todo un cambio. Wu pronto dejó de pelear con sus compañeros y ha logrado superar su soledad. Pero el cambio más profundo es en su actitud. "Me encanta ir a la escuela -- sonríe Wu -- no puedo aguantar la impaciencia por ver si hay mensajes en la bolsa de los susurros."
Cinco son las premisas del concepto de "entorno distendido" de UNICEF: inclusión, efectividad académica, salud, seguridad y protección, igualdad de género, e implicación de los estudiantes, familias y comunidades.
"Los profesores desempeñan un papel esencial para dar forma a estos conceptos y convertirlos en realidad", afirma Guo Xiaoping, responsable de educación de UNICEF.
Más de 13.000 profesores de escuelas piloto de todo el país han recibido formación sobre el programa de UNICEF. Entre las medidas puestas en marcha se encuentra la celebración de encuentros regulares con los padres de los alumnos para discutir nuevos métodos de enseñanza.
Pero los niños también deben realizar sugerencias a sus profesores. En el colegio Zhaizhun de Sanjiang, los alumnos han redactado diez criterios que debe cumplir un buen profesor. Entre ellos están "no favorecer a las chicas", "permitirnos salir a jugar en cuanto suena la campana", "preguntarnos sobre nuestras ideas para las excursiones de primavera" y "hablar con los estudiantes".
En estos centros el profesorado se reúne regularmente con los alumnos para discutir los puntos de vista de los alumnos y sus sugerencias antes de exponer sus opiniones.
La discriminación, las reprimendas y las interminables tareas fuera de las aulas han desaparecido en los centros piloto, pero los "entornos distendidos" se enfrentan claramente a la tradicional cultura china en materia de educación.
"Algunos padres aseveran no prestar la menor atención a si la educación es 'distendida' o no, lo único que les preocupa son los resultados académicos", afirma He Qihua, director del colegio Zhaizhun.
He confía en que, con paciencia y una comunicación regular, logrará persuadir a los padres más duros, pero su mayor preocupación es que el sistema de evaluación del centro depende casi exclusivamente en los resultados académicos.
"No hay concesiones para este tipo de enseñanza. Pasamos mucho tiempo desarrollando el entusiasmo por el estudio de los niños, pero al final afrontamos las mismas pruebas que otros colegios y tenemos que competir en sus términos", lamenta He.
"Los entornos distendidos son un paso adelante en la calidad de la enseñanza, pero es difícil de evaluar -- reconoce Guo Xiaoping - - El sistema de evaluación debería incluir factores que nuestro programa gestiona particularmente bien, como es el desarrollo del potencial de los alumnos."
UNICEF afirma que China está desarrollando sus propios criterios de calidad en la educación, basados en la definición de la organización, y las autoridades provinciales son animada a desarrollar sus propios estándares.
Para facilitar el proceso, UNICEF destinará cerca de 20 millones de dólares USA en la promoción de la calidad de la educación en mil centros rurales de enseñanza pertenecientes a las diez provincias occidentales chinas en los próximos cinco años.
(23/11/2006, Agencia de Xinhua)