Como actores chinos, lo más difícil para interpretar en Hollywood es el idioma. En su nueva película “Miami Vice”, el problema más duro con el que Gongli se encontró no fue la representación o el Kungfu, sino que fue hablar inglés. “En Memorias de una Geisha, tuve que hablar inglés con acento japonés que me parecido muy difícil. En Miami Vice, con acento cubano, e incluso debo hablar en español”, expresó Gong. Sin embargo, tiene una buena base ligüística, y además, es muy inteligente. Gongli pronto venció estos problemas. Aunque Zhang Ziyi declaró muchas veces que ha progresado mucho su nivel de inglés, y se puede comunicar sin dificuldad, evidentemente el nivel de Zhang es inferior al de Gong.
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Gong presentó una escena pasional con extranjeros en Tian’anmen hace unos días, conversó además con fluidez con Jamie Fox, Colin Farrell y el director Michael Mann. El 24 de junio del año pasado, cuando la película celebró su inauguración en el hotel de la playa de Miami, la relación de Gongli con los demás fue muy positiva, que supone preparación necesaria para la pasión del cine. En la película, Gong y Farrell protagonizan una escena de “salsa”, baile originario de Cuba, que tuvieron que aprender. En comparación con otras danzas latinas como la rumba, la samba y el cha-cha, la salsa es más libre en los pasos y en el traje, las posturas son más dinámicas y sensuales. Para Gong, Jamie y Colin son buenos actores en el cine, y en la vida privada, compañeros amables y divertidos.
(27/10/2006, CIIC)