Gracias a los esfuerzos de protección al ambiente de China, los antílopes tibetanos y otras especies salvajes en peligro de extinción pueden vivir en armonía en medio del creciente turismo con la operación del Ferrocarril Qinghai- Tíbet.
Los animales salvajes en el altiplano Qinghai-Tíbet se están acostumbrando al ferrocarril, del cual un par de trenes corrieron el sábado a sus destinos de Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, y Golmud, en la provincia de Qinghai.
Los trenes partieron esta mañana (hora local) de Lhasa y Golmud y se espera su arribo a las terminales en las primeras horas de la mañana del domingo.
Algunos viajeros afortunados observaron manadas de antílopes tibetanos paciendo o vagando a sus anchas en la tierra inhabitada, la reserva de Hoh Xil en Qinghai, gracias a veredas especiales establecidas para que migren sin problemas.
El antílope tibetano, una especie en peligro de extinción anotada en el tope de la lista de protección de China, nativa de los pastizales del noroeste de la provincia de Qinghai, Región Autónoma de Etnia Uygur de Xinjiang, y el Tíbet, ya no enfrentará al Ferrocarril Qinghai-Tíbet como un obstáculo para su ruta de migración, dijo un funcionario de la Administración de la Reserva Natural de Hoh Xil.
Los 33 pasajes o veredas construidas para los animales migrantes permitirán a los antílopes y otras especies pasar el ferrocarril Qinghai-Tíbet libremente. Según funcionarios de la estación Wudaoliang en la reserva Hoh Xil, miles de antílopes hembras preñadas han sido vistas cruzando la vía férrea a través de los pasajes especiales antes de la operación del ferrocarril.
(03/07/2006, Agencia de Xinhua)