Luego de puesto en funcionamiento el ferrocarril Qinghai-Tíbet, el departamento de ferrocarril planea empujar el turismo a lo largo de la línea férrea mediante trenes de alta categoría. Se prevé que el tren especial de turismo, con capacidad de transporte de pasajeros de 900 mil personas anuales, reducirá en gran medida el costo de transporte de la entrada al Tíbet, encauzando el turismo tibetano en la órbita de acelerado desarrollo.
Como el tercer polo del planeta, los paisajes naturales y artificiales peculiares del techo del mundo enfocarán el objetivo de muchos turistas en esta misteriosa meseta. Sin embargo, debido al difícil acceso y el alto costo de transporte, no pocos turistas se vieron obligados a abandonar su viaje, por lo que circula un dicho de que “es fácil salir al extranjero y difícil entrar en el Tíbet”.
Luego de puesto en funcionamiento el ferrocarril Qinghai-Tíbet, el departamento de ferrocarril planea abrir una línea especial de turismo dorado a lo largo de la línea férrea y proporcionar exhibiciones de hábitos y costumbres de la étnica tibetana y servicios de medicina en el tren especial de turismo, de modo que más y más personas materialicen su sueño de “ir a la meseta”, donde gocen de servicios rápidos, seguros y de bajo costo.
El ferrocarril Qinghai-Tíbet entra en el Tíbet vía Gelmu de Qinghai y llega directamente a Lhasa, capital de la región. El ferrocarril enlaza el infinito desierto de Gobi, las montañas nevadas y las extensas praderas de la meseta Qinghai-Tíbet. A lo largo del ferrocarril hay el hábitat de los burros salvajes—Reserva Natural de Kukushiri y Reserva Natural de Jangthang, y el paisaje de la fuente de los ríos Yangtsé y Amarillo. Sobre la pradera en contraste del límpido cielo, nubes blancas, tiendas y rebaños de bueyes y ovejas, los turistas podrán ver preciosos animales raros como rebaños de antílopes tibetanos, burros salvajes y gacetas.
El ferrocarril Qinghai-Tíbet en funcionamiento usará el sistema de control de rayos infrarrojos en toda la línea para materializar la custodia automática en el tramo de altiplanicie con el fin de asegurar el funcionamiento del tren por 24 horas del día. La velocidad del tren en tramos corrientes llegará a 120 kilómetros por hora y en el tramo de suelo congelado a 100 kilómetros por hora. Ello significa que el viaje desde Gelmu de Qinghai hasta Lhasa del Tíbet no dura más de 12 horas. En la actualidad, la velocidad del tren en algunos tramos ha llegado a 140 kilómetros por hora. Parece que subir en tren a la meseta Qinghai-Tíbet en medio día dejará de ser un sueño.
Personalidades del sector turismo sostienen que el ferrocarril Qinghai-Tíbet no solamente enlaza la ruta de la seda del Suroeste del país con el Palacio Potala, por lo que se ha convertido en una línea candente de turismo dorado, sino que también conecta el turismo de Tíbet con el gran mercado de turismo nacional, lo que ha acelerado la formación de la línea turística circundante de Xi’an—Lhasa—Shangri La del Oeste de China.
Las estadísticas proporcionadas por el departamento de turismo de la región autónoma del Tíbet revelan que en 2004 el número total de los turistas que viajaron a Tíbet superó un millón de personas. Se prevé que con el mejoramiento de las condiciones de transporte al exterior, aumentarán rápidamente los turistas nacionales y extranjeros, sobre todo los nacionales, y se prevé que el aumento anual promedio llegará a 15 y 20 por ciento.
(16/06/2006, CIIC)