Por supuesto la gran diferencia que existe en la mesa china es el uso de palillos en vez del tenedor y el cuchillo, pero se trata de algo sólo superficial. Además, en los buenos restaurantes podrá pedir siempre un par de cubiertos, si considera incómodo el uso de palillos. La verdadera diferencia es que en occidente, cada comensal tiene su propio plato de comida mientras que en China los platos se disponen en el centro de la mesa para compartir entre los comensales. Si es invitado a una cena formal y particularmente si el anfitrión piensa que es la primera vez que está en el país, hará lo posible para ofrecerle un bocado de todos los diferentes tipos de platos.
La comida comienza generalmente con un juego de al menos cuatro platos fríos, seguidos de los principales platos calientes de carne y de verduras. La sopa se servirá entonces (excepto en restaurantes de estilo cantonés) seguida del alimento básico que se trata de arroz, pasta o raviolis chinos. Si desea pedir el arroz acompañando de otros platos, deberá pedirlo a tiempo pues la mayoría de los chinos eligen el alimento base al final o incluso prescinden de él.
Tal vez lo que sorprende a un occidental es la atención que realiza el anfitrión chino de colocar comida en el propio plato del huésped. En cenas formales, aunque hay siempre palillos “públicos” o cucharas para este propósito, algunos anfitriones utilizan sus propios palillos. Esto denota un signo de sincera amistad y de buena educación. Es aconsejable comer siempre la comida servida. Si no desea comerla, déjela en el plato sin más.
Los chinos tienden a pedir demasiada comida, porque para ellos sería situación embarazosa si se acabara la comida. Cuando tenga suficiente o considere estar lleno, dígalo, porque de lo contrario le invitarán a seguir comiendo.