Líderes mundiales procedentes de 26 naciones y organizaciones se reunieron hoy en esta capital para analizar las cuestiones relacionadas con las ayudas para y las labores de reconstrucción en los países asiáticos afectados por los tsunamis y la creación de un sistema de alerta.
El proyecto de declaración conjunta para la cumbre, circulado entre los participantes, da la bienvenida a la condonación de la deuda de los países devastados por el desastre y apoya la creación de un sistema de alerta temprana. El documento también instó a las Naciones Unidas a movilizar a la comunidad internacional y promover una coordinación y cooperación más estrecha en las labores de asistencia.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, quien llegó ayer a esta capital para participar en la cumbre, señaló que China aumentará su ayuda a los países golpeados por los tsunamis en reunión con el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyo, el mandatario de Maldivas, Maumoon Abdul Gayoom y los ministros de Asuntos Exteriores de Tailandia y Sri Lanka, Surakiat Sathirathai, y Lakshman Kadirgamar, respectivamente.
El premier chino apuntó que la comunidad internacional y los países afectados por la catástrofe se enfrenta ahora al gran desafío de la prevención de desastres y la reconstrucción, tras la conclusión de las operaciones preliminares de rescate.
Expresó que China decidió incrementar su ayuda a los países afectados y que las organizaciones no gubernamentales chinas, tales como la Sociedad de la Cruz Roja, y el pueblo en general, están volcados en la recaudación de donaciones para las víctimas del desastre.
Durante su encuentro con el presidente Susilo Yudhoyo, Wen indicó que Indonesia sufrió grandes pérdidas en la catástrofe y que China estaba muy preocupada por la situación en el país.
Añadió que su gobierno continuará suministrando asistencia a Indonesia y enviará más equipos médicos al país que se encaragarán de prevenir los brotes de enfermedades contagiosas y curar a los heridos.
Wen agregó que China también está dispuesta a ayudar a Indonesia en la reparación de carreteras, puentes, plantas eléctricas, escuelas y hospitales y en el adiestramiento de personal en dichas esferas.
Por su parte, Susilo manifestó que Indonesia acoge la participación de las compañías chinas en la reconstrucción de las zonas afectadas por los tsunamis y expresó su deseo de que China pueda contribuir en la capacitación de personal en los sectores de detección de terremotos y tsunamis.
El primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, su homólogo de la India, Manmohan Singh, y la presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, no asistirán a la cumbre por el trabajo intenso de rescate en que están inmersos sus respectivos países. Sin embargo, sus enviados si estarán presentes.
En una carta a Susilo, Kumaratunga afirmó la víspera que la comunidad internacional "debía continuar ofreciendo ayudas a largo y mediano plazo para la rehabilitación y la reconstrucción de los países afectados".
La mandataria pidió a la ONU y otras organizaciones no gubernamentales respaldar enérgicamente las actuales operaciones de asistencia y adoptar medidas concretas para superar los efectos adversos de la catástrofe.
En Yakarta, la policía indonesia elevó el estatus de alerta a su máximo nivel. "Yakarta está bajo el máximo nivel de seguridad porque será sede de la cumbre de los líderes mundiales," aseguró la víspera el portavoz de la policía provincial de Yakarta, Sen. Comr Tjiptono, en esta capital.
Precisó que se desplegaron unos dos mil agentes para salvaguardar el evento con personal de apoyo del ejército y unidades antiterroristas.
Entre los asistentes de alto nivel a la conferencia, figuran el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, presidente de turno de la Unión Europea (UE), el secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, el premier chino, Wen Jiabao, y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi.
El primer ministro de Australia, John Howard, el secretario de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Carol Bellamy, engrosan la lista de los presentes en la reunión, auspiciada por Indonesia una semana después del desastre para agilizar la colosal y a veces desorganizada operación de asistencia en las áreas del litoral devastadas por los tsunamis desde Asia hasta Africa.
Las naciones más perjudicadas en el fenómeno climatológico del 26 de diciembre, Indonesia, Sri Lanka, La India y Tailandia, esperan recibir ayuda técnica para poner en práctica un sistema de alerta preventiva en el futuro, como el que existe en el Océano Pacífico.
El canciller tailandés, Surakiart Sathirathai, manisfestó al término de su entrevista con Powell el martes, que Tailandia da la bienvenida a la asistencia técnica de EE.UU para construir un sistema de alerta preventiva para protegerse de los tsunamis.
"Tailandia está dispuesto a ser el eje del centro de alerta regional y de no llegarse a un acuerdo en la cumbre de Yakarta, nos preparamos para crear nuestro propio sistema," declaró Surakiart.
La India instaló nuevos equipos computarizados para observar el movimiento oceánico, mientras que Indonesia llamó a sus científicos a empezar a trabajar en un mecanismo de alerta.
El número de fallecidos en la catástrofe ha llegado a unas 140 mil personas, con 52 países continúan informando las muertes o heridas de sus nacionales. Indonesia tiene a su cuenta más de 94 mil decesos, Sri Lanka más de 30 mil y la India cerca de 10 mil. La Organización de las Naciones Unidas calcula que el número total de muertos exceda los 150 mil.
Los tsunamis masivos provocados por el terremoto de 8.7 grados que sacudió la isla indonesia de Sumatra el 26 de diciembre arrasaron las costas y devastaron los pueblos. Se calcula que más de un millón 800 mil poblados necesitan ayuda alimentaria y cinco millones de habitantes quedaron sin hogar.
La catastrofe estremeció a la comunidad internacional. A diario llegan a las naciones afectadas por la tragedia asistencia y donaciones. Más de 40 países y organizaciones internacionales prometieron donativos o enviar equipos de rescate a la región. Los donativos ya ascienden a dos mil millones de dólares, cifra que supera la asistencia humanitaria total que recibió la ONU en 2004.
Pero las labores de rescate se han visto obstaculizadas por las pésimas comunicaciones y las condiciones del transporte debido a que la mayoría de las naciones víctimas son subdesarrolladas y carecen de infraestructura e instalaciones.
Los esfuerzos de ayuda también son víctimas de fallas técnicas. Ejemplo fehaciente fue el accidente, el martes, de un avión de carga que llevó a cerrar la pista de aterrizaje de Banda Aceh, principal punto para los embarques de asistencia en Indonesia.
(06/01/2004)