Estos artículos, basados en sondeos realizados por asociaciones médicas y de la salud chinas, hablan sobre supuestas fechas de caducidad, sugiriendo mayores riesgos de salud física y mental para las mujeres que se casan después de los 27 y los hombres que se casan después de los 30.
Otros países explican el fenómeno de casarse tarde debido a problemas económicos y al avance educacional. China está sumida en un crecimiento económico rápido a la vez que se esfuerza por la educación avanzada entre los jóvenes. El coste de vida también está ascendiendo.
Según los niveles estándares internacionales, es lógico que la edad media para casarse haya subido respecto a hace 10 o 20 años.
En Shanghai, el departamento de asuntos sociales informó de que la edad media para casarse era de 32’45 años en los hombres y 29’77 años en las mujeres en el año 2010, cifras un poco más elevadas respecto a la media de 2007 de 32 años en los hombres y 29 años en las mujeres. En este informe no se habla de “sobras”.
En otros países, los estudios señalan que los jóvenes tienen tres veces más probabilidades de divorciarse si se casan antes de los 27. Así que tiene sentido que el informe de Shanghai muestre también un ligero descenso en los índices de divorcio, algo positivo. Entonces, ¿Por qué esta frustración sobre los recientes sondeos en China?