Aquellos que quieren participar en el diario contactan con la persona que lo ha iniciado enviando sus nombres y direcciones verdaderas vía correo electrónico o mensajes de móvil. El número máximo de participantes suele estar entre 30 y 50 personas.
El diario pasa entonces de una persona a otra bien por correo o bien en mano. Aunque la mayoría de los que escriben los diarios mantienen el anonimato, si alguien desea revelar su identidad puede hacerlo incluyendo sus datos junto con sus aportaciones al diario.
Normalmente, los que participan suelen ser estudiantes universitarios o jóvenes graduados de entre 20 y 30 años, comenta Li, que añade que el diario suele completarse en el plazo de un año. Una vez completado, debe ser devuelto a la persona que lo ha empezado. La última persona en contribuir al diario es la más afortunada, ya que tiene acceso a todas las entradas previas. Los demás siguen teniendo la posibilidad de pedir las fotocopias del diario completo a aquel que ha iniciado el diario.
“Escribir un diario permite a la gente detenerse por un momento y dejar constancia de lo que pasa en sus agitadas vidas”, comenta Li, cuyo diario lleva ya incorporadas a casi 50 personas, sobretodo de Beijing y Guangdong.
Una mirada rápida a los foros más populares de Internet muestra como nuevos diarios son lanzados cada día, especialmente en las ciudades más grandes. Los que participan no sólo escriben en los diarios, sino que también los adornan con dibujos y otros elementos decorativos.
Cada persona que empieza un diario es libre de imponer ciertas reglas y condiciones a los que posteriormente escribirán en él. Li, por ejemplo, pidió que cada nueva entrada estuviera acompañada de un pequeño regalo para el siguiente participante.
Experiencias interesantes, relatos de viaje, simples historias del día a día o dulces recuerdos de infancia, todas pueden encontrar un lugar en estos diarios. Mucho más a menudo, sin embargo, los que escriben usan los diarios para compartir sus frustraciones y dilemas.
Li comenta que empezó el diario en un momento en que su vida estaba sumida en una gran confusión. No tenía ni idea de lo que le deparaba el futuro. Desesperada por encontrar una salida a su situación, decidió buscar la respuesta en otros a través de este diario, y ahora espera impaciente su retorno, lleno esta vez de sabias palabras y consejos.
Muchos dicen que reciben coraje e inspiración de las aportaciones de otros al diario. Chen Yueyuan, una estudiante universitaria en su tercer año de carrera en la ciudad de Xi'an, dice que empezó su diario después de leer sobre esta idea en una revista. Chen comenta que uno de los participantes en su diario comentaba que el diario cambió su actitud hacia la vida, que el diario consiguió “recobrar su juventud perdida”.