Un artículo de Guo Shuhan para China Culture
Una nueva herramienta de comunicación conocida como el “diario móvil” está triunfando entre los jóvenes estudiantes universitarios.
Hubo una época en que la gente escribía diarios personales, depositarios de los pensamientos más íntimos de sus creadores, un auténtico refugio del cruel mundo exterior. Con la llegada de la era de Internet, el diario personal murió, pero dejó en herencia el nacimiento de los blogs. Ahora, con la llegada del diario móvil a China parece completarse un círculo. Con la excepción de que estos diarios no son en absoluto privados, sino que se escriben para completos extraños.
Los diarios móviles, como aquellos antiguos mensajes metidos en una botella y dejados al vaivén de las mareas que los llevarían a miles de kilómetros hasta una alma lejana, permiten conectar corazones solitarios.
Para un estudiante de la Universidad del Noroeste de Xi'an, en la provincia de Shaanxi, convertirse en un escritor de diarios anónimos ha cambiado tanto su vida que incluso ha dejado de saltarse clases.
El primer diario móvil fue una idea de una chica de Beijing, que bajo el pseudónimo de Pequeña S, empezó a escribirlo en 2007. En pocos años, se ha convertido en la herramienta preferida de aquellos jóvenes temerosos de revelar su yo más íntimo a sus conocidos, pero no por ello menos necesitados de compartir su vida con otros.
La forma en que funciona, explica Li Meng, una joven estudiante Beijing que lanzó su diario en un blog el pasado mes de mayo, es que el que empieza el diario lo comenta en alguno de los populares foros de Internet chinos, como Tianya o Douban.