De manera que si por los cielos chinos se moverá un 13 por ciento de los pasajeros del mundo, resulta lógico que la nación asiática tome los riesgos y emprenda vuelo por su propia cuenta, sobre todo después de haber demostrado ser capaz de llegar más lejos por sí misma con su programa espacial.
Oportuno es aclarar, no obstante, que de la fabricación de los C919 con los que COMAC pretende contrarrestar la dependencia del país de Boeing y Airbus, se beneficiará no solo China, sino también varios proveedores de otros países, como CFM Internacional, una sociedad creada por General Electric y la francesa Safran, que se adjudicó un contrato de 10.000 millones de dólares para fabricar los motores del nuevo modelo de avión chino, de un solo pasillo y 168 asientos.
Los 100 pedidos que le hicieran Air China, China Southern Airlines, China Eastern Airlines, Hainan Airlines y Hanain Airlines a la pujante corporación aeronáutica en la VIII Feria Internacional de Aviación y Tecnología Aeroespacial, celebrada en la ciudad de Zhuhai (Guangdong), ha sido calificado como un importante voto de confianza para el despegue en la fabricación de aeronaves con capacidad para más de 150 pasajeros, un segmento que el país está especialmente interesado en desarrollar.
El C919 ha entrado por tanto en la fase de desarrollo de la ingeniería y ahora toca recorrer el camino que llevará a los primeros vuelos de prueba, previstos para 2014, lo que garantizará poder realizar las primeras entregas en 2016, después que la aeronave obtenga su certificación de aeronavegabilidad.
La multimillonaria operación comercial cerrada en Zhuhai le permite a COMAC ganar un poco más de altitud, tras irrumpir en industria de la aviación comercial hace un par de años con el ARJ21-700, el primer avión íntegramente nacional, del que ya ha recibido 240 pedidos y cuyas primeras entregas deberá concretar el próximo año.
Pero muchas serán las horas de vuelo que deberá acumular la corporación china para acercarse a Boeing o Airbus, máxime si las posibilidades del mercado chino siguen siendo tan amplias, imposibles de abarcar por un solo fabricante.
Tan es así que durante la más reciente visita del presidente chino, Hu Jintao, a Francia, el consorcio europeo selló de un plumazo la venta de 100 aeronaves a aerolíneas chinas y en Zhuhai acaba de cerrar con Air China la venta de otras 20 aeronaves de las series 330 y 350, por 4.490 millones de dólares, las cuales serán entregadas de 2013 a 2015. De manera que todo es cuestión de acomodarse un poco, pues hay espacio para todos.