Durante los estudios en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Wang Xi era la única alumna china en su facultad e incluso en toda la escuela, lo que naturalmente causó novedad en sus alrededores. Sus compañeros mostraban mucha curiosidad por ella y lógicamente por China. Para integrarse rápidamente en la sociedad española, Wang se esfuerzó y logró manejar de una forma admirable el español básico en dos meses. Su aparición, además de traer novedad y cambios en el círculo del arpa, transmitió un mensaje claro sus colegas occidentales: los artistas chinos estaban dando pasos firmes hacia una mayor internacionalización, aspirando a adentrarse en el proceloso mar de las artes mundiales.
Cuando el periodista le preguntó cuál fue el motivo por el que prescindió de las perspectivas en España y en su lugar volvió a China, Wang Xi respondió sinceramente: “Ésta es la pregunta más hecha. Se debe reconocer que España ofrece un ambiente mejor que el de China, tanto en lo material como en lo artístico. Además, he sido aceptada excelentemente por el círculo de arpa y los espectadores españoles. Sin embargo, cuando me enteró de que había un puesto vacante en el Conservatorio de China, regresé a China sin dudarlo.” “Lo que pensé era muy sencillo. Con lo que he visto y aprendido en el extranjero, tengo la obligación de enseñar estas nuevas experiencias y habilidades a quienes quieren aprender a tocar el arpa”.
Reconoce que, en comparación con España, China tiene un ritmo de vida mucho más rápido y la presión es más pesada. Bromea diciendo que salía a la calle siempre bien pintada, pero ahora ni tiene tiempo para arreglarse. Pero ella nunca se ha arrepentido por haber cogido este camino: “Cada uno tiene sus aspiraciones. Creo que los artistas auténticos no sólo deben aprender las habilidades, sino también renunciar a más cosas por ello”.
Ahora Wang Xi ya no se dedica únicamente a conciertos, sino a también a la enseñanza. Redactar materiales educativos y acompañar a sus alumnos en los concursos se han convertido en la parte más importante de su trabajo.
Cada vez que habla de España, muestra un gran cariño y amor inocultables. Le gustan el carácter romántico y la actitud positiva de los españoles, así como el ambiente artístico puro y libre del país; eso es lo que precisamente falta en China.