El arpa, un instrumento musical occidental aún poco popular en China, puede crear sonidos celestiales como agua que fluye entre los dedos de la artista. El escenario, aunque simple y sencillo, no puede tapar sus grandes habilidades y su brillo. Ella es un hada oriental y la enviada de las Musas, que da una muestra perfecta de este instrumento musical típicamente occidental ante los espectadores chinos.
Se llama Wang Xi, profesora de arpa del Conservatorio de China y consejera del consejo del arpa de la Asociación de los Músicos de China.
Después de cumplir su carrera en el Conservatorio Central de China, Wang Xi inició otra aventura al ingresar en 2000 en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, con beca completa otorgada por el gobierno español, y estudió con la doctora María Rosa Calvo Manzano, destacada arpista española y fundadora de la Asociación Arpista Ludovico (ARLU). Durante los siete años de estancia en España, Wang Xi logró muchos premios, asumió cargos en la Orquesta y Coro Vía Magna, la Orquesta Sinfónica de Mujeres de Madrid y la Orquesta ARLU de España, y participó en varios conciertos representados en el Auditorio Nacional de Madrid.
Sentada a mi frente, Wang Xi aparece poco maquillada. Tranquila, elegante y cercana, esto es la sensación que me da la chica. No tiene un carácter indiferente y orgulloso que se le supone a una artista. Nuestra entrevista es como una conversación entre dos amigos, libre y sincera, con la que he podido conocerla muy de cerca.
El lazo entre Wang Xi y el arpa es una historia misteriosa y romántica. Estudiaba el piano desde muy pequeña. Sin embargo, todo cambió el día de su 15º cumpleaños cuando tuvo un sueño en el que oyó un sonido hermoso. Buscó y se encontró con un hada que estaba tocando el arpa. A partir de aquel momento, el destino de Wang Xi se vinculó inseparablemente con este instrumento musical.