La Televisión Central de China (CCTV), la estatal, pidió ayer martes disculpas por el enorme incendio que arrasó anoche parte de su nueva sede, ubicada en el Centro Internacional de Negocios, en el este de Beijing, dejando un saldo de un bombero muerto y siete heridos.
En un comunicado publicado en su página web, la CCTV dijo que "se siente afligida por la gran pérdida de activos nacionales a causa del incendio" y se disculpa sinceramente por la congestión de tráfico y las molestias causadas a los habitantes de las zonas cercanas.
"CCTV hará todo lo posible y cooperará con los departamentos relacionados para hacerse cargo de las repercusiones del incidente", según el comunicado.
Luo Yuan, portavoz y subjefe del departamento de bomberos de la capital, confirmó que un oficial de alto rango de la oficina encargada del proyecto de construcción de la nueva sede del canal contrató a una empresa de fuegos artificiales, sin el permiso de sus superiores, para llevar a cabo un espectáculo pirotécnico en las inmediaciones de los edificios casi terminados.
Cuatro cámaras de vídeo grabaron el espectáculo y la fase inicial del incendio.
La policía está interrogando a los responsables de prender los fuegos y ha confiscado restos de los explosivos.
La construcción que ardió es de 30 pisos y se ubica a unos 200 metros de la emblemática torre de la CCTV. En ella había un hotel, un estudio de televisión y un centro de procesamiento de datos digitales.