Hace unos días, la Oficina del Consejo de Estado publicó, en el sitio de Internet del gobierno chino, la guía de “planificación general de la reconstrucción en regiones asoladas después del seísmo de Wenchuan”. De acuerdo con los planes plasmados en el texto, China llevará a cabo, dentro de 3 años, las tareas principales de reconstrucción en las regiones más afectadas de las provincias de Sichuan, Gansu y Shaanxi, invirtiendo un billón de yuanes. El gobierno se esforzará por mejorar el estándar de vida y elevar el nivel del desarrollo económico y social, para que alcancen a un nivel igual o mejor que el de antes del desastre.
Según la “planificación”, los objetivos principales son: acabar la reconstrucción de las viviendas en las aldeas, cantones y poblados para que cada familia tenga lugar donde vivir; brindar oportunidades de trabajo estable para al menos un miembro de cada familia; elevar el nivel de ingresos de las personas que habitan el área rural, con la intención de superar los niveles anteriores a la tragedia; que las masas de las regiones asoladas disfruten de las garantías sociales básicas y los servicios públicos elementales -educación obligatoria, sanidad pública, tratamiento médico, actividades culturales y deportivas.
La zona contemplada dentro del proyecto de reconstrucción incluye 51 distritos (ciudades) con una superficie de más de 132 mil kilómetros cuadrados; mil 271 cantones y poblados y 14 mil 565 aldeas. En total se abarcará a una población de 19 millones 867 mil personas.