Los chinos cuentan con la cintura que engorda más rápidamente en comparación con la gente de cualquier lugar del mundo. En el país más poblado de la Tierra, cerca de una cuarta parte de las personas tiene un peso superior a lo debido.
Según un informe de encuesta publicado en la revista Asuntos de Salud estadounidense, las obesas chinas en el 2000 se duplicaron frente al año 1989, y el número de obesos se triplicó. En la actualidad, China cuenta con una población obesa de 325 millones de personas. Es posible que dicha cifra se duplique en los próximos 20 años. Este cambio puede ejercer una influencia negativa en la mano de obra y en el incremento económico de China.
Recientemente, se realizó una encuesta a 20.000 chinos sobre el cambio de su alimentación en los 15 años transcurridos. Según el informe, los pacientes de la obesidad entre los varones de China se ha incrementado a razón del 1,2% en términos medios durante los 15 años, con un margen de incremento superior al de Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia.
Colin Campbell, profesor de la Universidad de Cornell, manifestó que en los últimos siglos, los chinos han estado consumiendo pocas cantidades de carne, leche y otros alimentos con altas calorías. Barry Popkin, redactor del informe, director del Centro de la Obesidad de la Universidad de North Carolina y profesor de alimentación global, expresó que gracias a la mejora de las condiciones de vida, un mayor número de chinos ya cuentan con el dinero suficiente para comprar aceite vegetativo, carne vacuna y productos lácteos. El modo de vida sedente de los chinos también constituye un factor importante.
La obesidad no solamente resulta en un aumento de los gastos de asistencia médica, sino que también causa una disminución en la productividad de los empleados y aumenta el coste por la ausencia al trabajo. Además, como muchas firmas proporcionan seguro médico a los empleados, los gastos relacionados con la obesidad de su personal podrían aumentar.
Estos gastos promoverán posiblemente a estas firmas a invertir en mercados de coste relativamente bajo como Viet Nam, y conducirán finalmente a una desaceleración en la economía china.
