Las autoridades incautaron a más de 90 artículos considerados peligrosos y más de 50 personas se vieron obligadas a abandonar el metro el domingo, el primer día en que se entraron en vigor las inspecciones obligatorias de seguridad de la red de metro de Beijing, informó ayer lunes la prensa local.

La iniciativa, el cual inicialmente se había previsto que durase tres meses para garantizar unas Olimpiadas y unos Juegos Paralímpicos seguros, continuará estando vigente después de que concluyan ambos eventos, según informó un oficial de la empresa Beijing Subway Operation.

Más de 2.000 empleados vigilaron los 181 puntos de las cinco líneas de metro que Beijing tiene en la actualidad para confiscar artículos peligrosos como pistolas, cuchillos, municiones, explosivos y materiales inflamables, radiactivos, tóxicos y cáusticos.

Los líquidos también serán objeto de investigación a menos que los pasajeros beban de ellos ante los inspectores.

Todas las maletas y mochilas de gran tamaño tienen que pasar por los escáneres con la nueva medida, mientras que las bolsas pequeñas que se sometan al examen son elegidas al azar.

Además de las máquinas, también se utilizarán a 30 perros para llevar a cabo los controles, con otros 30 siendo entrenados en la actualidad con el mismo fin.

De acuerdo con la empresa del metro, las inspecciones de los objetos mediante los escáneres instalados requieren 15 segundos, los escáneres corporales unos 10 segundos, mientras los que realizan los perros duran cinco segundos, y los de líquidos, cuatro.

Las pruebas en las estaciones del metro fueron tan estrictas como las de los aeropuertos, pero la mayoría de los pasajeros mostraron su cooperación con las autoridades, indicó Jia Peng, un portavoz del sistema del metro de Beijing.

También agregó que se prohibirá la entrada a los viajeros que rechacen someterse a los controles de seguridad o insistan en llevar artículos peligrosos.

Las leyes chinas prohíben que los pasajeros lleven productos peligrosos en la red de transporte público, incluidos los autobuses, vagones del metro, trenes o aviones. Todas aquellas personas que violen estas normas pueden ser detenidas durante un período de entre cinco y 15 días.

En la actualidad, Beijing cuenta con cinco líneas de metro en operación con 140 kilómetros de vías que permiten a millones de pasajeros trasladarse a diario. Las autoridades planean que otras tres líneas entren en funcionamiento este año para ampliar la red hasta una longitud de 200 kilómetros.