Diferentes personas ven el nombramiento de Wang Yi como ministro de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de forma diferente.
Algunos manifestaron que es el comienzo de un brillante futuro para las relaciones a través del estrecho, mientras que otros lo consideran como una gran promoción para el veterano diplomado.
Pan Shoujun, antiguo profesor de japonés de Wang en la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing, señaló que Wang es una historia exitosa de un hombre modesto y atento.
“Él era uno de los estudiantes más impresionantes en la clase. La profundidad de su pensamiento superaba su edad,” comentó el decano del Departamento de Japonés de la universidad, quien impartió clase a Wang desde 1977 a 1978.
Wang nació en Beijing en octubre de 1953, e ingresó en la universidad en 1977 después de aprobar el examen de ingreso a la universidad, el cual fue reanudado en ese año después de más de una década.
Anteriormente, él trabajó durante ocho años en el campo del nordeste de China como uno de los cientos de millones de jóvenes urbanos enviados a las áreas rurales para una “reeducación”.
“Wang aprovechó la oportunidad al máximo y se dedicó a los estudios. En vez de limitarse a su carrera, él leyó todos los libros que pudo, desde historia hasta políticas,” declaró Pan.
“Aún me acuerdo de los sorprendido que estaba yo y otros profesores cuando leímos su tesis de graduación. Además de tratar sobre el idioma japonés, también incluía una profunda observación y comprensión de la cultura japonesa y la sociedad.”
Con ojos oscuros y cejas pobladas, Wang era uno de los chicos más guapos en el recinto universitario, muy admirado por varias chicas, señaló Pan.
“Sin embargo, él era un hombre decente y amable. Su buen carácter y excelente habilidad le ayudaron a ganarse el respeto de los otros estudiantes.”
Después de graduarse, Wang entró en el Ministerio de Asuntos Exteriores. En 1995, él fue promocionado de un miembro de personal a jefe de división del departamento de asuntos Asiáticos, y a viceministro exterior en el 2001, consiguiendo el récord de ser el viceministro más joven del ministerio.
Wang está casado y tiene una hija. Según fuentes cercanas a él, le gusta el alpinismo.
Su papel en preparar el terreno para las Conversaciones a Seis Bandas ha sido apreciado ampliamente. En un informe especial publicado por The Japan Times, se destacó que el “idioma de Wang atribuyó a la necesidad para pasos paralelos y sincrónicos para cerrar la brecha”.
Wang se convirtió en el embajador de China a Japón en 2004, cuando las relaciones bilaterales atravesaban dificultades.
Durante los tres años que ejerció dicho puesto, él viajó por todo Japón para no sólo visitar a personas de categoría, sino también a personas comunes. Él pronunció más de 100 conferencias y jugó un papel importante en el derretimiento de hielo entre los dos países vecinos.
“Wang ha caminado por una carrera sin complicaciones y se ha convertido en el oficial de más alto nivel de entre todos los graduados de nuestro departamento de japonés. No obstante, él permanece siendo una persona modesta que siempre ha sido muy bueno a sus antiguos profesores, incluyendo a mí mismo,” expresó Pan.
En la víspera de la visita de derretimiento de hielo de Shinzo Abe, antiguo primer ministro japonés, a China en octubre del 2006, Pan dirigió una delegación a Japón. Pese a su apretada agenda de prepararse para la primera visita de un primer ministro en cinco años, Wang pudo organizar una reunión de sus compañeros de clase en la universidad para dar un buen recibimiento a su profesor.
Pan indicó que Wang y su familia han vivido una vida muy discreta. “Nunca he visto a la esposa de Wang,” comentó él, aunque él sabe que ella insistió en desarrollar su propia carrera pese a la posición de su esposo.
El nombramiento de Wang como ministro de la Oficina de Asuntos de Taiwán durante un periodo cuando las relaciones a través del estrecho no están mejorando no es una gran sorpresa para Pan.