A un mes de haber iniciado su trabajo de ayuda por el terremoto de 8,0 grados, China está enfocando sus esfuerzos en la reubicación y reconstrucción.

Más y más gente está mudándose a casa después de vivir al aire libre en albergues temporales desde el devastador terremoto del 12 de mayo.

Luo Chaogui, quien en los bochornosos 10 días pasados había estado viviendo en una tienda donde se sentía un calor agobiante y a base de agua embotellada y tallarines instantáneos, estaba preparando alegremente pollo Kong Pao y tofu de estilo Sichuan para su familia en su casa con aire acondicionado.

"Es bueno estar de regreso en casa", dijo.

Luo es una de los 240.000 residentes evacuados que regresaron a casa el miércoles después de que China declarara una "victoria decisiva" en la batalla para drenar un "lago del terremoto" en la provincia más afectada por el movimiento telúrico, Sichuan.

Un mes después del terremoto, que causó cerca de 70.000 muertes y la desaparición de otras 18.000, el país ha tenido que alojar a las personas desplazadas en albergues temporales y en tiendas.

En la Escuela Bayi de tiendas de campaña en la ciudad de Mianyang, más de 600 estudiantes dijeron adiós a las tiendas donde habían estado estudiando y viviendo desde el terremoto, y se trasladaron a casas temporales con comedor y baños decentes.

Hasta el miércoles, los trabajadores habían construido 92.500 casas temporales y otras 27.800 estaban instalándose, en tanto que ya llegó el material para 90.800 casas provisionales a las áreas afectadas por el terremoto, dijo hoy la Oficina de Información del Consejo de Estado.

Pero no todos han sido tan afortunados como Luo y como los estudiantes.

De los 5 millones de personas que quedaron sin hogar por el terremoto, muchas siguen amontonadas en refugios construidos con mantas y ramas de árbol o en un gimnasio.

"No tengo idea en absoluto sobre el futuro", dijo Cheng Luping de 33 años de edad, quien acaba de mudarse del Gimnasio Jiuzhou a una tienda. En el gimnasio siguen viviendo otros 4.000 habitantes de Mianyang.

En las áreas del terremoto, muchas personas como Cheng se esfuerzan por reanudar sus vidas.

Hasta el 8 de junio, con el regreso de los trabajadores a sus centros laborales, más de 4.000 de las 5.500 empresas afectadas en Sichuan han reanudado la producción.

La Corporación Dongfang de Turbinas de Vapor en el poblado Hanwang, una de las regiones más afectadas, es una de ellas.

El terremoto causó la muerte a más de 100 trabajadores en Dongfang, destruyó varias construcciones y provocó pérdidas calculadas en 5.000 millones de yuanes (720 millones de dólares USA).

Zhang Zhiying, el gerente general de la compañía, dijo que desea que el gobierno pueda ayudarlos ofreciendo políticas preferenciales en impuestos y financiamiento.

Aunque el gobierno central de China está pidiendo a la zona del terremoto que se autoayude, ha lanzado una campaña nacional para facilitar la reconstrucción.

Hasta hoy, se habían recibido donativos en dinero en efectivo y productos por un valor de cerca de 45.000 millones de yuanes, sobre todo de fuentes nacionales, dijo la Oficina de Información del Consejo de Estado.

El país también promulgó un reglamento sobre reconstrucción, el primero de su tipo en el país, especialmente para un sólo terremoto devastador, lo que le otorga a la reconstrucción un carácter legal. Fin