Las áreas azotadas por el devastador terremoto del pasado 12 de mayo permanecen abiertas a los periodistas extranjeros para la cobertura informativa de las tareas de auxilio tras el desastre y las operaciones de reconstrucción, confirmó ayer miércoles Wang Guoqing, subdirector de la Oficina de Información del Consejo de Estado.

"Nuestra política de apertura no ha cambiado. Los corresponsales extranjeros pueden entrar en las zonas devastadas en la provincia suroccidental de Sichuan para cubrir los trabajos de ayuda, el realojamiento de los habitantes locales y la reconstrucción", señaló Wang.

También añadió que algunos periodistas extranjeros se habían quejado del difícil acceso a ciertas zonas de Sichuan, y, a este respecto, el funcionario indicó que "haremos lo que podamos para ayudarles".

"Les pido disculpas por los inconvenientes. Sinceramente, necesitamos mejorar nuestro trabajo en muchos aspectos", dijo Wang a los periodistas de la cadena estadounidense de televisión NBC y del rotativo Wall Street Journal, que estaban solicitando pasos especiales para trasladarse a Chengdu.

Los periodistas que quieren ir a las zonas del terremoto necesitan conseguir pases en la oficina de información provincial de Sichuan para que puedan ser advertidos a tiempo de potenciales peligros de desprendimientos de fango y rocas, inundaciones o fuertes réplicas, explicó Wang.

"Enviamos mensajes de telefonía móvil para mantenerles informados de las últimas noticias y correos electrónicos para ofrecerles la información de contacto de nuestros funcionarios de prensa en cada distrito", añadió.

La periodista de la NBC Adrienne Mong se quejó de que se había denegado la entrada a algunas zonas vedadas a sus colegas sin ofrecerles ninguna explicación.

Wang dijo que la policía ha acordonado algunas áreas para evitar que la vida de los residentes locales se viera todavía más alterada, y añadió que "más de ocho millones de personas en las zonas del terremoto están esperando recibir subvenciones y están ansiosas de recuperar su vida normal. Además, tenemos que garantizar la seguridad de todas las personas porque todavía existe peligro de que ocurran réplicas, derrumbamientos de edificios y epidemias".

Wang sostuvo que estas medidas no se diseñaron para prohibir la entrada a los periodistas, y agregó que "hay mucho que podemos mejorar, por ejemplo, podemos enviar a portavoces para responder a sus preguntas junto al cordón".

La noticia del terremoto de 8,0 grados de magnitud en la escala de Richter ha causado una gran consternación en todo el mundo, y una multitud de periodistas, miembros de los equipos de rescate y auxilio, así como voluntarios se han trasladado a Sichuan desde entonces.

El número de muertos en el terremoto ascendió a las 69.146 personas hasta el mediodía de hoy, mientras 374.131 resultaron heridas y 17.516 permanecían desaparecidas.

La transparencia sin precedentes de China en la publicación de la información desde que ocurrió el seísmo ha recibido respuestas positivas tanto de los observadores nacionales como internacionales.

Wang agradeció a los correponsales extranjeros su cobertura informativa del terremoto en China aún a riesgo de sus propias vidas, y se comprometió a que China garantizará la libertad de los medios de comunicación.

"Aún necesitamos hacer algunos esfuerzos, por ejemplo, acelerar la formación de los funcionarios a nivel básico para que los jefes de las aldeas en zonas remotas sean tan abiertos a los periodistas como yo".

Las normativas que entraron en vigor a comienzos del año pasado han ofrecido libre acceso a los periodistas extranjeros para informar en China antes y durante los Juegos Olímpicos de Beijing. Fin