El siguiente es un poema dedicado a los niños muertos en el trágico terremoto de 8 grados en la escala de richter que sacudió el suroeste de China el 12 de mayo.
El poema, hermoso y conmovedor, se está difundiendo ampliamente por internet en China, y ha sido traducida al inglés. La versión española de la producción la ha hecho la señora Yan Meihua, que ha dedicado muchos años al intercambio educativo y el desarrollo de las relaciones amistosas entre China y los países iberoamericanos.
Hijo, toma la mano de tu mamá
Dedicado a los niños caídos en el terremoto
¡Date, hijo!
Toma la mano de tu mamá,
es tan obscuro el camino al cielo,
temo que te vayas a lastimar.
Date prisa, y toma mi mano,
Espera, deja que te acompañe tu mamá.
Tengo miedo, mamá,
es tan obscuro el camino al cielo
que no veo tu mano.
Cuando el muro derrumbado cubría la luz del sol,
ya no pude ver más tus ojos llenos de cariño.
¡Vete, hijo mío!
Ya no habrá tristeza en el camino adelante
ni lecturas interminables, ni el enojo de tu papá.
No olvides el rostro de tu papa, ni el mío,
en la vida próxima iremos aún juntos.
¡No te preocupes, mamá!
el camino hacia el cielo está un poco apiñado,
hay muchos compañeros y amigos,
nos decimos ¡no lloremos, no lloremos!
Cualquier mamá es nuestra mamá,
cualquier hijo es hijo de todas.
Mamá, en los días sin mí
dale tu amor a los niños con vida.
¡No llores, mamá!
el brillo de tus lágrimas no iluminaría
nuestro camino.
Deja que vayamos
Despacio...
Mamá,
de seguro recordaré el rostro de papá y el tuyo,
recordaré nuestro compromiso:
En la vida próxima iremos aún juntos.
Hijos míos,
aunque han ido precipitados al cielo,
y apesar de la obscuridad,
¡el amor humano siempre les acompaña!
Al final de este camino sin luz,
creo,
creemos todos,
que el cielo lleno de amor y sin tristeza,
les dará la más calurosa bienvenida.
Así que niños,
Dense las manos: ¡que siempre habrá amor!