Una brigada médica cubana lleva ya seis días trabajando en la suroccidental provincia china de Sichuan para ayudar al pueblo local en las tareas de alivio tras el violento terremoto de 8,0 grados en la escala de Richter que azotó la zona el pasado 12 de mayo.
Se ven sonrisas y se oyen "Gracias" allí donde aparecen los médicos antillanos en el Hospital Popular Provincial No. 1 de Chengdu, la capital de Sichuan. Aunque los chinos no pueden recordar los nombres de los médicos extranjeros, para ellos demasiado largos, levantan el dedo pulgar frente a ellos en señal de aceptación, y los llaman, a todos, indistintamente, "Ka si te luo", la pronunciación en chino de la palabra Castro (Fidel Castro).
Los médicos cubanos también están contentos. "Hemos participado en tareas de auxilio posteriores a diferentes tipos de desastres en varios países, pero sólo en China hemos visto a un pueblo tan unido y a un gobierno que responde con tanta rapidez a un desastre natural", manifestó José Rodríguez, jefe de la brigada.
"Nos sentimos muy felices de trabajar aquí junto con el pueblo chino", dijo Rodríguez, quien añadió: "Sichuan es como La Habana para nosotros. Mientras el pueblo chino nos necesite, seguiremos trabajando aquí".
En la sala de ortopedia, la enfermera Odelkis Hernández Riesgo da un masaje en las rodillas a Sun Ledong, un obrero de la construcción procedente de Dujiangyan (ciudad cercana al epicentro del sismo) que sufrió una fractura en la pierna derecha como consecuencia del fenómeno natural.
"Los médicos cubanos son muy profesionales y tienen mucha experiencia. Antes me dolían mucho las piernas, e incluso no podía dormir por las noches a causa del dolor, pero ahora me siento aliviado en gran medida gracias a los masajes diarios realizados por esta 'Castro'", expresó Sun, en referencia a Hernández Riesgo, con un agradecimiento manifiesto.
Entre tanto, en la sala de pediatría del centro de urgencias, el médico Rafael Emigdio Suri pregunta en forma detallada sobre la situación de salud de Jiao Tianxin, un niño que también resultó herido en el sacudón, que hasta ahora ha cobrado la vida de más de 68.500 personas.
El pediatra viene a verlo a diario desde que llegó a Chengdu. La primera vez que Suri vio al menor le explicaron que el presidente chino, Hu Jintao, había besado al niño en la mejilla y le había estrechado la mano durante su visita al hospital.
Suri manifestó: "Sólo los dirigentes chinos visitan a su pueblo de inmediato luego de un desastre sin cuidar siquiera de su propia seguridad. Yo también quiero estrechar la mano del niño. Es como si el presidente chino me estrechara la mano. El primer ministro, Wen Jiabao, también me saludó cuando visitó el hospital el sábado pasado", agregó.
El galeno Gabriel Felipe Vázquez, uno más de los 35 miembros del equipo, cumplió el lunes 36 años. Vázquez dijo que se llevó " una gran sorpresa" cuando sus colegas chinos le llevaron a la sala de reuniones, le dieron la bienvenida con un tradicional " Cumpleaños Feliz", letra en chino, pero con la misma música conocida en todo el mundo, y luego le entregaron un gran ramo de flores.
"Ni siquiera había pensado que podía pasar mi cumpleaños con tantos seres queridos en un país tan lejano. Voy a llamar por teléfono a mis familiares para decirles lo feliz que estoy y lo amable que es el pueblo chino", manifestó emocionado.
En la torta de cumpleaños preparada por los médicos y asistentes chinos se podían leer seis grandes caracteres chinos, cuyo significado es: "La amistad entre China y Cuba durará para siempre". Fin