Wang Qishan, el viceprimer ministro recién nombrado, conoce bien a los desafíos a los que tendrá que enfrentarse.

El antiguo alcalde de Beijing, quien solía trabajar para 20 millones de personas en la capital, manifestó sus responsabilidades son más grandes al trabajar con una población de 1.300 millones.

“No es un trabajo fácil,” comentó al margen de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, el cual concluyó el pasado martes.

Wang ha sido conocido como un “bombero” que viene al rescate cuando ocurren emergencias.

Fue nombrado alcalde de Beijing en el 2003 para contener la propagación del SARS. A finales de los años 90, ejerciendo como vicegobernador de Guangdong, él manejó la mayor reestructuración de deudas en la historia de China, tras la quiebra de dos compañías de inversión gubernamental en la provincia.

El originario de Shanxi de 59 años, estudió historia en la universidad y trabajó en un museo en la provincia de Shaanxi durante 3 años. Estudiando sobre los problemas rurales de China, mostró un interés en finanzas. Eso le llevó a su primer trabajo en finanzas, trabajando para una corporación de inversión y fondo rural. Más tarde, él realizó otros trabajos en el sector financiero, desde ejercer de vicegobernador en el banco central de China hasta presidente del Banco de Construcción de China.

Wang es conocido por su estilo rápido y sensato, mencionando una vez que el trabajo del gobierno debería ser tan disciplinado como un ejército. Tras aceptar el trabajo de alcalde de Beijing durante el brote de SARS, él puso a disposición miles de camas de hospitales e informó al público a diario.

Wang es franco y divertido. “Todo el mundo viene a mí para quejarse sobre aguas residuales, agua, basura y los baños públicos en Beijing,” declaró el entonces alcalde de Beijing. “La única que no se queja es mi esposa.”

Wang también presta mucha atención al detalle. “El diablo está en el detalle,” suele decir.

Los expertos creen que su historia, junto con su personalidad, le hacen un candidato ideal para cuidar de la economía de China en una era de globalización, así como para facilitar la reforma del sistema financiero.

Wang es amigo de Henry Paulson, Secretario de Hacienda de EEUU.

“Él es un hombre de enormes capacidades,” expresó Paulson en una entrevista con el Wall Street Journal. “Él comprende al mercado, comprende a las personas. Él sabe cómo comunicarse. Yo no hablo chino, él no habla inglés, pero es muy fácil para mí comunicarme con él.”