El gobierno regional de Tíbet dijo ayer que 105 personas se habían entregado a la policía para las 23:00 horas del martes tras su participación en los disturbios de Lhasa en los que 13 civiles inocentes murieron.
Las autoridades del orden tibetanas emitieron el sábado un aviso en el que se exhortó a los manifestantes que participaron en los disturbios del viernes a poner fin a las actividades delictivas y ofrecieron además ser indulgentes con quienes se entregaran.
Doje Cering, un aldeano de 25 años de edad, destrozó un sedán rojo y una camioneta blanca con piedras durante los disturbios. El joven explicó a Xinhua que se encontraba ebrio en su casa ese día y que escuchó que alguien gritaba afuera "Sal o quemaremos tu casa" y que después siguió ciegamente a estas personas.
Gyaincain, de 53 años de edad, dijo haber salido a la calle cuando escuchó a personas gritar: "Todos afuera o serán quemados". "Simplemente los seguí", dijo.
"Me sentí muy perturbado por lo que hice. Mi familia me convenció de entregarme a la policía", dijo.
Baema Chilain, vicepresidente del gobierno regional, dijo que las personas que se entregaron a la policía estuvieron directamente involucradas en golpizas, destrozos , saqueos e incendios deliberados el viernes pasado.
"Algunos han entregado el dinero que saquearon", dijo Baema.
Los disturbios comenzaron el viernes en la tarde en la ciudad de Lhasa ubicada en una meseta. Los manifestantes mataron a 13 civiles, generaron incendios en más de 300 sitios y atacaron escuelas, bancos, hospitales, tiendas, oficinas gubernamentales, empresas de servicio público y oficinas de los medios estatales.
En una investigación preliminar se indicó que al menos 373 personas dedicadas al comercio y 32 empresas sufrieron daños durante los disturbios y que las pérdidas superaban los 99,1 millones de yuanes (14 millones de dólares) para el martes por la noche, informó el departamento regional de comercio.