El organismo de protección ambiental de Hong Kong, Greensense, ha sugerido que como el dióxido de carbono aumenta los efectos de invernadero, la administración aeroportuaria y las compañías de aviación civil de Hong Kong dedicaran el 10% de sus utilidades a la plantación de árboles y a los proyectos de recursos energéticos regenerados para neutralizar la contaminación causada por aviones, así como pidió a los ciudadanos a tomar autobuses y trenes en lugar de aviones cuando viajasen a lugares cercanos.
El periódico Takunpao de Hong Kong informó que del 7 al 10 de febrero del 2008 se registraron más de 1.400 vuelos de salida, expulsando 150.000 toneladas de dióxido de carbono. Greensense señaló que dicho gas expulsado en el espacio empeora de forma más directa los efectos de invernadero que el expulsado en la tierra. Anualmente, cada habitante de Hong Kong genera un promedio de 6 toneladas de dióxido de carbono, razón por la cual la toma de avión ejerce una influencia decisiva sobre esta cifra. Por ejemplo, una ida y vuelta en avión entre Hong Kong y Londres implica la producción de 2,82 toneladas de dióxido de carbono por viajero, equivaliendo a cerca de la cantidad del dióxido de carbono expulsado por un hongkonés en medio año. El organismo pidió no viajar varias veces en un año, y propuso que durante la próxima Pascua, los habitantes locales se queden en casa para pasar una fiesta a favor de la protección ambiental.
Greensense llamó a la administración aeroportuaria, las compañías de aviación civil y las agencias de turismo a repartir el 10% de sus utilidades para el plan de neutralizar el dióxido de carbono expulsado por aviones, o sea, plantar árboles o invertir en el proyecto de recursos energéticos regenerados. Asimismo, señaló que como Hong Kong cuenta con una superficie pequeña, es conveniente plantar árboles en el interior de China. Además, los viajeros deben compartir la responsabilidad. En la actualidad, ciertos organismos extranjeros proporcionan servicios de adquisición por Internet sobre la neutralización del dióxido de carbono y las compañías de aviación civil ofrecen sucesivamente tales servicios por su propia cuenta. Los viajeros pueden hacer el pago instantáneo para neutralizar el dióxido de carbono producido en el mismo vuelo, a un coste de varios centenares de yuanes.
