Fidel Castro, quien construyó un estado comunista en el umbral de los Estados Unidos desde sublevaciones de guerrillas e intentos fallidos de 10 presidentes EEUU para expulsarle, se retiró el martes después de medio siglo gobernando a Cuba.

El revolucionario barbudo, cuyas guerrillas echaron a Fulgencio Batista, dictador apoyado por los EEUU, en 1959, no ha aparecido en público durante 19 meses desde que una operación intestinal de emergencia le obligó a ceder el poder a su hermano Raúl Castro el 31 de julio del 2008.

Castro, de 81 años, se ha mantenido en las mentes de los Cubanos. Sin embargo, lo ha hecho a través de unos artículos que varían desde denuncias de la guerra de EEUU en Iraq hasta declaraciones de que el capitalismo EEUU amenaza la supervivencia de la humanidad.

El martes, él mencionó que no regresaría para liderar a su país, cerrando un capítulo del siglo 20.

Castro es admirado en muchas naciones del tercer mundo por hacer frente a los Estados Unidos y proporcionar educación gratuita y asistencia sanitaria.

El abogado jesuita y orador carismático buscó transformar a Cuba en una sociedad igualitaria y alcanzó niveles de salud y literarios iguales al de las naciones industrializadas.

No obstante, críticos de los Estados Unidos y cientos de miles de Cubanos que se marcharon para vivir en el extranjero le criticaron y mencionaron que su rechazo de libres empresas arruinó la economía.

Castro sobrevivió una invasión apoyada por la CIA en la Bahía de Cochinos, intentos de asesinato, el embargo comercial más largo de Washington y la caída de la Unión Soviética.

“Estoy muy contento de haber cumplido los 80 años. Nunca lo esperé, al menos teniendo a un vecino – la mayor potencia del mundo – intentando matarme todos los días,” comentó el 21 de julio del 2006 en una cumbre de presidentes Latinoamericanos en Argentina, donde fue recibido como una estrella del rock.

Los jóvenes de anti-globalización de todo el mundo le consideran como un héroe, junto con el icono revolucionario de Ernesto “Che” Guevara, su compañero en armas nacido en Argentina.

Castro se ganó la imaginación de la izquierda cuando enfrentó a su pequeño país contra los Estados Unidos y declaró a Cuba como un estado marxista antes de que se levantase el Muro de Berlín.

Su descarada valentía llevó al mundo al borde de una guerra nuclear en 1962, cuando permitió a Moscú colocar misiles balísticos en Cuba, resultando en un punto muerto entre el Presidente EEUU John F. Kennedy y el premier Soviético Nikita Khrushchev en uno de los episodios más peligrosos de la Guerra Fría.

Castro apoyó a los grupos de guerrilla en Latinoamérica y envió a más de 350.000 tropas cubanas para pelear en Angola, donde vencieron a las fuerzas sudafricanas, consiguiendo la independencia para Namibia y poniendo fin a la segregación racial.

Crisis postsoviética

No obstante, la pérdida de mil millones de dólares en subsidios de Moscú tras la caída de la Unión Soviética hundió a Cuba en una grave crisis económica a principios de los años 90.

La crisis obligó a Castro a abrir Cuba a regañadientes a la inversión extranjera y turismo, así como legalizar la moneda de su enemigo, el dólar EEUU.

Castro estableció amistades al enviar a 30.000 médicos cubanos al extranjero para tratar a los pobres, principalmente en Venezuela, pero también tan lejos como Pakistán, Indonesia y Timor Oriental, mientras entrenaba gratuitamente a miles de doctores de países en desarrollo en Cuba.

Cuba ganó votos anuales al condenar un embargo de EEUU contra las Naciones Unidas, el cual fue apoyado por todos excepto unos aliados de EEUU.

Castro, quien dejó de fumar cigarros en 1985, selló su imagen en la historia por golpear el facistol durante largas diatribas contra el imperialismo y capitalismo o caminar delante de los desfiles de masas en su traje militar personal.

Los Cubanos lo llaman “Fidel”. El 70% de ellos nacieron después de 1959 y no han conocido a otro líder. Hasta que cayó enfermo, Castro estuvo omnipresente en sus vidas a través de discursos largos y una continua actividad pública, pero no ha permitido estatuas de sí mismo o calles nombradas después de él.

Su ritmo disminuyó tras fracturarse una rodilla en una caída tras un discurso en octubre del 2004 que se transmitió por televisión.

En el 2006, la salud del hombre que había sobrevivido 638 complots de asesinato cedió. Él se sometió a operaciones arriesgadas para detener la hemorragia e infección intestinal. Las fotos mostraron que el antiguo líder energético había perdido peso y se había vuelto flaco.

Castro nació el 13 de agosto de 1926, en Biran, este de Cuba, hijo de un emigrante español que se había convertido en un terrateniente. La granja de su familia fue la primera tierra que Castro ordenó ser confiscada por el estado después de su revolución.

“La historia me absolverá,” declaró Castro durante su juicio por un ataque casi suicida el 26 de julio de 1953 en el cuartel de Moncada en la ciudad oriental de Santiago, el cual lanzó su movimiento revolucionario.

En diciembre de 1956, él regresó de un exilio en México en un yate atestado de gente llamado el “Granma” y aterrizó en el este de Cuba con 81 seguidores. Fueron emboscados y sólo 12 consiguieron llegar a las escarpadas montañas Sierra Maestra con siete rifles.

Ellos crecieron hasta convertirse en una fuerza guerrilla de varios miles y bajaron de las colinas en 1958 para forzar al dictador Batista que saliese de Cuba en el Día de Año Nuevo de 1959.